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¡ATRÉVETE A APRENDER JUGANDO!
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MaestrosJul13

Por: Lic Alejandra González Servín

Cuando se le cuestionaba a Albert Einstein cómo había podido formular la teoría de la relatividad, el gran científico solía responder  “Ha sido solo un simple juego imaginativo”

Durante décadas  se vio a la enseñanza como un proceso rígido, estructurado y estático por diferentes razones, como el tener que cumplir con un programa, el número de niños en el aula, etc. Los docentes no se permitían trabajar de manera lúdica y se olvidaban del impacto que esto tiene en el aprendizaje de sus alumnos.

Tenemos que dejar viejas creencias como la de que ponerlos a jugar es perder el tiempo, por el contrario; jugar es darles la oportunidad de experimentar, descubrir, de ser creativos. En otras palabras dejarlos desarrollar su propio pensamiento.

A través del juego, el niño controla su propio cuerpo y coordina sus movimientos, organiza su pensamiento, explora el mundo que le rodea, controla y conoce sus sentimientos y resuelve problemas. En definitiva se convierte en un ser social y aprende a ocupar un lugar dentro de su comunidad. El historiador holandés Huizinga escribía: «Jugando, fluye el espíritu creador del lenguaje constantemente de lo material a lo pensado. Tras cada expresión de algo abstracto hay una metáfora y, tras ella, un juego de palabras.»

El rol del maestro es el de MEDIADOR DEL JUEGO, incluso formar parte de este, no de ser director. Tiene la responsabilidad de guiar al niño de manera que pueda expresar lo que él quisiera ser y puede ordenar su mundo a su entera satisfacción.

Con todo esto queremos decir que no por ponerse a jugar en el aula se deben romper las reglas del salón ni de la institución, olvidar la curricula y dejar de  cumplir con lo que como docentes nos toca realizar, simplemente es buscar diferentes formas de llevar a cabo el proceso de enseñanza-aprendizaje, sin olvidar el objetivo y la planeación de este.

Claro que, para el que esté dispuesto y convencido de hacerlo, puede resultar complicado o frustrante al inicio. Es ahí cuando debemos dejar surgir a nuestro niño interior y la creatividad empezará manifestarse, los cambios dentro del salón de clases y sobre todo en tu interior serán notorios.

Te invito a que te des el permiso de divertirte dando clases, de disfrutar a tus alumnos, si tú te diviertes crearas un ambiente enriquecedor dentro del aula y lograrás que el aprendizaje de tus alumnos sea aun más significativo.

Al enseñar jugando tus niveles de estrés disminuirán, lograrás tus metas por lo que tendrás mejor actitud y aprenderás a ser flexible. Compartiendo risas y diversión unido a estimular las mentes de los niños se profundizan el sentido de unión y seguridad.

En resumen todos ganan, ya que al estar motivados y en un ambiente amigable se favorecen 3 funciones básicas que son: la asimilación, la comprensión y adaptación del aprendizaje. Recuerda que tú eres el ejemplo, así que si tú disfrutas de tu trabajo los niños disfrutarán del suyo.

¡Atrévete!

Bibliografía

Bernabeu, Natalia (2009): Creatividad y aprendizaje: el juego como herramienta pedagógica. Eds. Narcea, Madrid.

LANIADO, Nessia (2007): Como estimular día a día la inteligencia de tu hijo. Eds Obelisco.

http://www3.unileon.es/dp/ado/ENRIQUE/practicu/Juego.htm

http://www.efdeportes.com/efd145/juegos-de-interior-para-realizar-en-un-aula.htm