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PLANEACIÓN, LA BASE DEL ÉXITO TERAPÉUTICO
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Por: Mtra. Ligia Olmedo Santillana

Dentro del proceso terapéutico encontramos la fase de planeación, punto clave después de realizar una exploración diagnóstica y haber detectado fallas en algún aspecto del desarrollo.

La planeación implica:

– fijar objetivos
– determinar prioridades
– definir los pasos del proceso
– decidir acciones a realizar

Para lograrlo se inicia clarificando donde se encuentra el paciente, analizando el panorama completo (tomando en cuenta los diferentes contextos donde el menor se desenvuelve), con frecuencia aplicamos evaluaciones para determinar habilidades e inhabilidades en el menor y de ese modo saber cuáles son los puntos  a trabajar.

En el caso de niños con fallas en el desarrollo con frecuencia el plan se extiende a casa y escuela ya que la estimulación especializada mejorará sus avances y permitirá que se alcance la madurez.

Hay casos en los que se buscará adquirir habilidades que no se tenían o desarrollar habilidades compensatorias. Las habilidades compensatorias son aquellas usadas para resolver, funcionar y ejecutar por medios diferentes a los comunes, por ejemplo un chico diagnosticado con TDA (trastorno por déficit de atención) tiene dificultades para enfocarse en estímulos por tiempo prolongado y tal vez sea bueno para él crear maneras de alertarse sobre lo importante (usando esta habilidad para lograr atender), así pudiera poner un letrero en su estuche que diga LO IMPORTANTE ES LA CLASE, haciéndolo voltear a ver a la maestra; aquí la habilidad compensatoria seria la creación de estrategias para alertarse.

Planear  tiene niveles ya que hay una planeación por sesión y otra de objetivos a largo plazo (específicos y generales).

En esta fase del proceso terapéutico se requiere la visualización del individuo en un futuro, así como el planteamiento de situaciones ideales; posteriormente  hay que determinar los pasos para llegar a ese punto o imaginar ese punto y plantear pasos anteriores yendo de lo ultimo a lo primero. El proceso mental del terapeuta (ya sea ubicar el uno, luego el dos, etc. o visualizar el paso diez, luego el nueve, etc.) debe dar pautas claras a realizar.

Esto sería como tener un mapa para saber cómo llegar a algún lugar, evitando improvisar y asegurando el éxito de este viaje.

Algunas preguntas que pueden ayudarte a lograrlo son:

¿Qué quiero lograr?

¿Qué habilidades requiere mi paciente?

¿Con que  habilidades cuenta?

¿Cuáles son sus inhabilidades?

¿Con que cuenta a nivel familiar/ escolar/ laboral?

¿Qué acciones pueden ayudar a la adquisición de habilidades, conceptos, etc.?

¿Qué apoyos educativos ayudaría en proceso terapéutico? (ya sea al paciente o a las personas que conforman su red de apoyo)

¿Cómo puedo realizar mejoras? ¿En qué tiempo?

¿Cuáles son los pasos a seguir?

Mientras más se incluya a la red de apoyo con la que cuenta el individuo más congruencia habrá en el trato y nivel de exigencia que se maneja alrededor de este.

La organización de acciones a nivel Macro  hacia lo Micro dará pautas lógicas en el manejo e incrementará la calidad de los avances.

La planeación es la base del éxito terapéutico ya que disminuye la incertidumbre en los pacientes, sus padres o familiares y docentes, además de dar al terapeuta claridad para alinear esfuerzos y alcanzar el éxito.