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LA INTEGRACIÓN DE UN NIÑO CON NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES
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TerapeutasEne13

Por: Mtra. Ligia Olmedo Santillana

Sabemos que la integración consiste en que el niño experimente la misma  situación de aprendizaje y obtengan las oportunidades  para aprender, esto implica un ambiente flexible que estimule su mente, las relaciones sociales, el intelecto, su comunicación y el desenvolvimiento físico.

Las  posibles oportunidades para que esto se de en el aula generalmente son planteadas por los especialistas (ya sea a nivel privado o dentro del colegio) para lo cual es importante tener un panorama de la situación del menor; diagnostico, necesidades, habilidades, expectativas y objetivos, situación familiar-escolar-terapéutica. Una vez analizado el caso desde los diferentes puntos de vista se pueden dar estrategias de seguimiento en cada uno de los contextos en los que el niño se desenvuelve.

En el libro  COMO INTEGRAR A NIÑOS CON NECESIDADES ESPECIALES AL SALON DE CLASE CON GIMNASIA PARA EL CEREBRO, la autora Cecilia K. Freeman   plantea PRINCIPIOS  BASICOS para realizar la integración escolar de un  pequeño  con NEE, a continuación se enlistan

1.- Ayudar a que el niño note cuando se siente lo suficientemente seguro; tomar conciencia de sus sentimientos, sensaciones o pensamientos; requisitos indispensables para el aprendizaje.

2.- Ser consciente de mis propios límites y de mi espacio personal, mientras apoyo al alumno.

3.- Volver atrás, con respecto al desarrollo,  variando las actividades, basadas en movimientos y en las necesidades sensoriales, emocionales  y mentales, incluyendo el factor diversión.

4.- Invitar al infante para que participe en su propio aprendizaje.

5.- Aportar estructura y rutina.

6.- Permitir tiempo para celebrar los avances.

Algo que tienen en común estos puntos es que toman en cuenta al individuo, partiendo de lo que el  logra y no de lo que lo limita, además de considerar el proceso del mediador (docente o monitor) que trabajan en el aula.

Al realizar el proceso de integración existen al mismo tiempo varios elementos en adaptación, es decir, no solo el niño se está enfrentando a algo nuevo, también los padres,  el docente, los compañeros o la monitora (shadow) experimentan un reto al vivir nuevas circunstancias en el espacio de trabajo. Dicha situación debe tomarse en cuenta y si tú como terapeuta guías el proceso es necesario acudir con cada una de las partes para saber cómo están viviendo la etapa.

Con los padres es útil revisar que ha cambiado en la dinámica familiar a partir de que el menor acude a la escuela o a un sistema en específico.

Con los docentes hay que analizar el manejo en el aula, las estrategias y habilidades con las que cuenta para mediarle durante la clase y sobre todo hay que resolver todas las dudas sobre expectativas, capacidades y tipo trato.

Con los compañeros en ocasiones es necesario realizar actividades de sensibilización y acudir a una cita para resolver sus dudas o preocupaciones (esto dependerá de cada caso).

Si el niño cuenta con un monitor o shadow el proceso de capacitación es piedra angular pues es quien se encargara de mediar aprendizajes sociales, cognitivos, lingüísticos y académicos. El seguimiento requiere constancia y estructura para que la persona que realiza este trabajo sienta seguridad en lo que realiza y pueda transmitirla al chico en cuestión.

Esperando haber aportado una pieza más al panorama de la integración escolar, aclaro que este proceso puede ser guiado por diferentes personas que  actúan en la red de apoyo del niño con necesidades educativas especiales, en el caso de que seas tú quien realice esta planeación puedes tomar en cuenta los puntos anteriores y dar una manejo completo e integral, pues la reflexión sobre la estructura y orden ayudaran a manejar los cambios con más probabilidades de éxito.