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LA IMPORTANCIA DE OBSERVAR LA POSTURA EN EL TRATAMIENTO CON NIÑOS
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Por: Lic. en Fisioterapia Elian Herrera Salido

 “Endereza la cabeza”, “mete el abdomen”, “no te jorobes”, “te estás cayendo de la silla”, “no te muevas, quédate quieto”…. Son sólo algunos ejemplos de las múltiples órdenes que les damos constantemente a los niños. Sin embargo, ¿estamos conscientes del impacto que tiene una mala postura en el desempeño funcional de un niño?, ¿o de cualquier persona?, ¿estamos transmitiendo un mensaje claro sobre lo importante que es la correcta alineación para facilitar el aprendizaje sensoriomotor, cognitivo, etc.?

     El pleno conocimiento de las habilidades que requiere un niño para controlar la posición de su cuerpo en el espacio y responder a las demandas del ambiente es fundamental en el manejo terapéutico. A partir de esto podemos determinar la relevancia que tiene el control postural como pilar para la adquisición y refinamiento de innumerables tareas.

El sistema de control postural se enfrenta a tres retos principales:

  • Mantener una posición constante (equilibrio) en presencia de la gravedad.
  • Generar estabilidad postural que anticipe los movimientos voluntarios.
  • Ser adaptativo al entorno en el que se desenvuelve.

Es importante, de igual forma, mencionar la función de la base neuropostural en los niños. A partir de lo anterior, en los principios de tratamiento de Neurodesarrollo, la base neuropostural se enfoca en la alineación corporal, distribución del tono postural, distribución de las cargas de peso, y sus efectos en las transiciones de movimiento, así como las adaptaciones posturales al mismo.

Para que esto se logre, debe existir un óptimo estado del Mecanismo Postural Reflejo, el cual consiste en una función primaria del sistema nervioso central mediante el cual se integran los procesos sensoriomotores para asegurar el control motor coordinado

Se basa en tres elementos:

1)TONO POSTURAL NORMAL

Hace referencia a la Tensión restante de la musculatura y la modulación de éste durante las demandas del movimiento. El tono postural normal es lo suficientemente alto para contrarrestar la Fuerza de Gravedad y al mismo tiempo lo suficientemente bajo para permitir un movimiento. (Berta Bobath)

2) INERVACIÓN RECÍPROCA NORMAL

Es el equilibrio entre músculos agonistas y antagonistas para permitir un movimiento. La inervación recíproca permite la combinación de movimientos de flexión, extensión y rotación y su organización para realizar actividades funcionales.

3) REACCIONES DE ENDEREZAMIENTO Y EQUILIBRIO

Éstas proveen mantenimiento y alineación músculoesquelética en relación con el centro de gravedad en respuesta al movimiento, así como a movimientos fuera de la línea media, aceleración del cuerpo y velocidad del mismo.

La principal función de las reacciones de enderezamiento es mantener la cabeza y el cuello dentro de la línea media del cuerpo, mientras que las reacciones de equilibrio hacen referencia a patrones de reacciones totales en respuesta al desplazamiento del centro de gravedad que compromete la integridad del balance corporal.

Con respecto al sistema locomotor, postura y movimiento son una misma cosa, por eso no es posible abordarlos como dos procesos diferentes.

De acuerdo a Karel Bobath, “la postura es un movimiento parado, el movimiento es una postura más el factor tiempo”, y añade, “la postura es un movimiento en su mínima amplitud”.

Cuando la amplitud de un movimiento es tan pequeña que no resulta visible, reconocemos por lo tanto una postura.

Al analizar los elementos de la postura normal, debemos resaltar que ésta nunca es rígida e inmóvil, por lo tanto si consideramos las características inherentes a cada niño, la postura y movimiento normales se basan en los siguientes criterios:

  • El movimiento normal es la respuesta del mecanismo de control postural a un pensamiento o un estímulo sensoriomotor intrínseco o extrínseco.
  • Va dirigido a un objetivo funcional
  • Es económico, voluntario o automatizado

Cada niño posee características únicas, así como necesidades específicas; por lo tanto es nuestro deber observar y detectar las estrategias individualizadas que cubran dichas necesidades según las demandas que cada niño requiera, por ejemplo:

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a) Proveer una base de sustentación más amplia.

b) Superficie de apoyo estable.

c) Colocar un plano inclinado para favorecer la activación del tronco y por lo tanto la alineación de la cabeza, lo cual influye en los procesos de atención y aprendizaje.

d) Seleccionar los estímulos visuales, táctiles, propioceptivos, vestibulares para regularlo.

Una de las grandes labores como terapeuta es crear un fuerte vínculo con el niño y su entorno. Si analizamos la alineación de los diferentes segmentos corporales con respecto al espacio, y la complejidad de la actividad solicitada, comprenderemos que un cuerpo mal alineado, colocado en una superficie inestable, con un tamaño desproporcional, en un ambiente con múltiples estímulos simultáneos, le será imposible responder de forma eficiente y óptima a la tarea solicitada.

Seamos pues empáticos y reflexivos acerca de lo importante que es, no sólo colocar al niño para realizar una actividad como parte de un objetivo de tratamiento, sino más bien en el valor de proveerlo con las herramientas necesarias para que él logre el máximo rendimiento postural, facilitando el aprendizaje motor, sensorial y cognitivo.

“Una buena actitud y postura reflejan un estado mental adecuado.”

Morihei Ueshiba

 

Bibliografía:

1.- Magrun, Michael W. “Sensory-Motor Integration in Learning Disabilities”. Clinicians View. EUA, 1996.

2.- Rolf, Ida P. “Rolfing Reestablishing the natural alignment and Structural Integration of the Human Body for Vitality and Well-Being”. Healing Arts Press. Canada, 1986.

3.- Paeth Rohlfs, Bettina.”Experiencias en el Concepto Bobath”. Ed. Médica Panamericana. Madrid, 2006.