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LA IMPORTANCIA DE LAS CREENCIAS Y LA MOTIVACIÓN EN EL AULA
karina

Por: Lic. Alejandra González Servín

El papel del profesor es fundamental en la formación y cambio del autoconcepto académico y social de los estudiantes. El profesor es la persona más influyente dentro del aula por tanto el alumno valora mucho sus opiniones y el trato que recibe de él.

El estímulo y la motivación son fundamentales para que los estudiantes puedan realizar su máximo potencial, sin embargo, aunque somos conscientes del poder y el valor de los intereses, las experiencias y los medios de comunicación a los que están expuestos nuestros alumnos, hacemos poco para explotarlos de forma positiva.

Nuestros alumnos llegan desde el primer día de clases llenos de diferentes intereses como: juegos, experiencias, bailes, deportes, caricaturas que les entretienen, etc. Y nosotros les decimos frases como: “ahora estamos trabajando” o que estamos haciendo cosas importantes. ¿Qué mensaje les mandamos? A esto se le llama descontextualizar el aprendizaje, cosa que puede llegar a afectar significativamente de por vida no solo en la parte académica sino social y emocional a la persona que está bajo nuestra responsabilidad como docentes.

La capacidad de los estudiantes para alcanzar buenos resultados depende de sus creencias, por lo que invito a que hagamos conciencia sobre éstas y cuales estamos transmitiendo en el aula, ¿Qué oportunidades de aprendizaje estamos promoviendo este año?, ¿Qué puedo hacer para conseguir que mis alumnos se interesen y se esfuercen por aprender? ¿Qué habilidades clave de estudio vamos a practicar este año?, ¿Cómo vamos a celebrar los logros con nuestros alumnos?, recordemos que uno de los principales factores que determinan la motivación en el aula se da a través de la interacción positiva entre el profesor y el alumno.

La aptitud y el talento pueden influir en las materias académicas, pero la excelencia puede ser lograda solo si los estudiantes se encuentran motivados y tienen la perseverancia necesaria. Muchas veces, los estudiantes con menos potencial, pero con una gran energía, perseverancia y con flexibilidad de pensamiento tienen más probabilidades de lograr el éxito que aquellos que son “talentosos” pero tienen poca capacidad para fijarse objetivos, desorganizados y con baja autoestima.

No podemos generalizar diciendo que en los alumnos hay falta de motivación, sería un poco exagerado, más bien  los estudiantes están motivados por cosas diferentes de las que les proponen sus profesores, por tal motivo no perdamos de vista la idea de que la motivación estimula la voluntad de aprender.

Estoy segura que ustedes como docentes realizan muchas cosas para motivar a sus estudiantes, sin embargo, quisiera compartirles algunas estrategias más con las que pueden incrementar la autoestima y cambiar sus creencias negativas:

  • Enfócate en las fortalezas no en las áreas de oportunidad.
  • Detecta los conocimientos previos.
  • Reconoce no solo los éxitos si no también los esfuerzos.
  • Promueve la cooperación, no la competencia.
  • Fomenta trabajo desafiante pero razonable. Si el trabajo es muy fácil o bastante difícil, los estudiantes tendrán poca motivación para aprender y sólo se centrará en terminar la tarea y no en el aprendizaje que puede darle dicha tarea para su desarrollo cognitivo.
  • Dar tareas auténticas, es decir, que sean congruentes con el objetivo que se desea alcanzar, además tomando en cuenta las necesidades y los niveles cognoscitivos de cada uno de los alumnos.
  • Despierta la curiosidad de tus alumnos, ellos ya son curiosos por naturalidad así que aprovecha esta situación y con esto elevarás no solo su motivación, sino también su atención y creatividad.

Bibliografía

GONZÁLEZ, R. et. al. (1996). El aprendizaje como proceso cognitivo y motivacional. Congreso Nacional sobre Motivación e Instrucción.