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LA DISLEXIA Y SU DETECCIÓN EN EL AULA
karina

Por: Lic. Julia Obregón Olea

La dislexia comúnmente es entendida como dificultades en la lectura y escritura, principalmente por la inversión de grafías; sin embargo, éstas son usuales hasta el primer o segundo grado de primaria en muchos niños, no solo en los que tienen dislexia.

 “La relación fonema – grafema debe estar bien adquirida

 para acceder al lenguaje” 

Mariana, E. Narvarte

Los principales problemas de los niños con dislexia son los siguientes: conciencia fonológica (ser consciente de los sonidos del habla y poder manipularlos, identificar las sílabas y las palabras de forma independiente), correspondencia fonema-grafema, problemas de comprensión, de memoria a corto plazo, de fluidez, velocidad, de acceso al léxico, otros de lateralidad (confusión entre la derecha y la izquierda), así como también de los conceptos espacio-temporales y de la lectura global (reconocimiento rápido de las palabras, ocurre cuando dicha palabra es vista como una imagen).

Según Mariana E. Narvarte, la dislexia es un trastorno del desarrollo que afecta el procesamiento de la información procedente del lenguaje escrito como consecuencia de ciertos déficits neuropsicológicos de las funciones cognitivas que participan en el proceso de lectura y escritura.

La autora en su definición da pie a analizar la importancia de una detección oportuna de dicha condición, ya que gran parte de la información que aprendemos a lo largo de nuestras vidas proviene de la lectura y la escritura. Si estas habilidades se encuentran débiles afectará no solo al área de aprendizaje sino también a distintos aspectos sociales y emocionales como al autoconcepto y autoestima del menor.

Existen tres tipos de dislexia:

Fonológica: El niño tiene dificultad para reconocer la correspondencia grafema-fonema y la independencia de las sílabas desde los sonidos. Diseidéctica: El menor pude leer la palabra segmentándola, pero cuando quiere leerla en forma global no puede hacerlo. Profunda: Se considera como la falta total del proceso de lectura, sin embargo ésta se relaciona comúnmente a un trastorno mayor.

Generalmente,  la dislexia es detectada en los primeros años de primaria (cuando la enseñanza de la lecto-escritura es más formal) pero es posible identificar este problema desde grados inferiores. En preescolar ya pueden surgir algunos indicadores de dislexia, sin embargo no son determinantes para un diagnóstico. En dicho nivel se puede observar fallas en lo siguiente:

Lenguaje  y habla:

  • Producción adecuada del lenguaje
  • Articulación

Memoria:

  • Recordar nombres de letras, números y colores

En los niños de primaria, algunas de las fallas en las siguientes características podrían ser frecuentes y claves para la detección:

  • Aprender la secuencia del alfabeto, los días de la semana, los colores, las figuras geométricas y los números
  • Reconocer los nombres de las letras y sus sonidos
  • Leer y escribir su propio nombre
  • Identificar las sílabas (es-cue-la en escuela) y los sonidos del habla (fonemas: c-a-s-a en casa) que componen las palabras
  • Crear rimas
  • Leer y escribir palabras con la secuencia correcta de letras («los» en vez de «sol»)
  • Coordinación fina acorde a su edad

Recomendaciones para el docente: ¿qué pasos seguir?

1) Observar si el alumno cuenta con fallas en algunas de las características antes mencionadas

2) Conversar con el/la psicóloga escolar o personal de inclusión (si la escuela cuenta con dicho servicio)

3) Citar a los padres para hablar de las dificultades que presenta en el aula y las sospechas que existen de una posible dislexia

4) Entregar a los padres por escrito las observaciones que se han realizado al respecto en el salón de clases y así sirvan de base para los siguientes pasos

5) Plantear a la familia acciones a seguir:

    • Solicitar una evaluación psicopedagógica
    • Que se realice una valoración visual integral (con un optometrista funcional)
    • Confirmar el diagnóstico con el médico especialista (neuropediatra)
    • De ser necesario iniciar con un proceso terapéutico integral

6) Solicitar copias de los informes diagnósticos que se hayan realizado

7) Seguir las recomendaciones que los especialistas refieran

8) Realizar adecuaciones del trabajo escolar, ya sea en cuanto a ritmo o cantidad y calidad de los contenidos

9) Evaluar constantemente los avances en el aula y mantener una comunicación con la familia y los especialistas

El niño/a disléxico generalmente requiere un esfuerzo mayor en las tareas de lectoescritura que lo lleva a cansarse, perder la concentración, distraerse y rechazar este tipo de tareas.  Se invita a los maestros a evitar interpretar esta conducta como desinterés, en cambio, asociar la conducta con la metáfora de estar dentro de una clase impartida en otro idioma cuando no lo dominas.

 “El niño disléxico requiere de un tratamiento psicopedagógico 

intensivo y apoyo escolar” – Mariana, E. Narvarte

 

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“Diversidad en el aula, Necesidades educativas especiales”, María E. Narvarte, [2005], Ediciones Euro México.

http://kidshealth.org/parent/en_espanol/general/dyslexia_esp.html

http://www.dmedicina.com/enfermedades/psiquiatricas/dislexia

www.ladislexia.net

http://www.disfam.org/dislexia/

https://sieteolmedo.com.mx/index.php/articulos/para-maestros14/cognicion8/284-terapia-visual-guia-para-deteccion-problemas-visuales-dentro-del-au