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EL NIÑO CON TRASTORNO MOTOR
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Mtra. Ligia Olmedo Santillana

Para que el infante logre un desarrollo adecuado desde el punto de vista social, emocional e intelectual requiere de una estimulación guiada y activa que conduzca la actividad infantil. El aspecto motriz fundamenta el desarrollo y la adquisición de habilidades BASE.

Un pequeño con fallas en el área motriz tiene disminuidas las posibilidades de adquirir experiencias, fracasa al intentar moverse y tiene menos independencia, esto puede terminar en un problema de conducta; tomando en cuenta que la frustración que experimenta es mayor y que en la casa o aula puede mostrarse intolerante ante los retos que implican movimiento (los cuales debe intentar 3 o 4 veces más que los demás).

Con problema o fallas motoras me refiero a:

Tono aumentado, tono disminuido, apraxia, trastornos de esquema corporal, disfonía, inestabilidad, es decir situaciones que impiden el movimiento, equilibrio o coordinación del cuerpo.

El desarrollo va en cadena (hay habilidades que se enlazan unas con otras),  así por ejemplo las fallas de la pronunciación o atención, pueden haber sido causadas por un impedimento motriz, lo cual pudiera atrasar la adquisición de las funciones intelectuales.

Esto solo puede definirse al mirar integralmente al niño y determinar las áreas de oportunidad estableciendo una relación entre las mismas, posteriormente se requiere de diferentes tipos de terapia que atiendan los déficits y eleven calidad de vida del menor.

En un proceso terapéutico se usan estrategias para estimular a la persona para llegar al nivel de desarrollo que le corresponde y al mismo tiempo se da apoyo a los padres para trabajar en forma práctica con su hijo.

“La confrontación de los padres con el hecho de tener un hijo dañado puede llevar a la corrección de posiciones falsas en los mismos para remplazarlas por otras, positiva y realistamente”.(U, Walti, 1976)

Resulta necesaria la integración entre la terapia de lenguaje y aprendizaje con la fisioterapia.

El objetivo final es que los niños con trastornos neuromotores (aprovechando el nivel intelectual que presenten) adquieran la madurez necesaria para alcanzar habilidades a nivel lingüístico social y emocional e intelectual.

En ocasiones el menor requiere de diversas terapias para construir bases solidas, solo así se llegara a un nivel optimo de desarrollo. Las terapias que puede requerir un niño con impedimentos en el aspecto motriz son:

Terapia física

Terapia sensorial

Terapia de lenguaje y habla

Terapia visual

por mencionar las más importantes

Estas usaran las posibilidades evolutivas del niño, capitalizando sus habilidades.

Los padres y maestros necesitan tener conocimiento de cómo se da el desarrollo con el fin de ubicar donde está el menor y a donde va, mirándolo con una visión global.

En muchos casos, un tratamiento temprano puede llevar en la infancia a una evolución óptima, brindado bases importantes para la escolaridad de etapas posteriores, bases que casi con seguridad no podrían alcanzarse más tarde.

Bibliografía consultada:

Trastornos  cerebromotores en el niño, Bobath – Köng, Editorial Panamericana,