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¿CUÁNDO DEBO SOLICITAR UNA VALORACIÓN PARA MI ALUMNO?
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MaestrosFeb13

Por: Lic. Mariana Soria Torres

Durante varios años he trabajado en escuelas y una de las interrogantes a las que con frecuencia se enfrentan los docentes es cuándo solicitar una valoración de lenguaje, desarrollo o psicopedagógica a algún alumno.

En primer lugar es primordial conocer lo que se espera para la etapa de desarrollo de los alumnos con los que se está trabajando, ya que de lo contrario difícilmente te podrás percatar cuando algo no vaya bien.

En SIETE Olmedo realizamos tres tipos de valoraciones que a continuación explicaré:

1. Valoración de lenguaje: Se usa para detectar alteraciones del lenguaje expresivo y de la comprensión aplicando distintas pruebas estandarizadas, pruebas informales y a través de la observación clínica. En los casos de niños con fallas a nivel fonológico se realiza una valoración del aparato oral motor, con el fin de diagnosticar fallas con repercusiones en el habla del menor.

2. Valoración del desarrollo: Se realiza a niños de 2 a 6 años de edad que presentan fallas en una o varias áreas del desarrollo como son la cognitiva, social, emocional, motora y lingüística (en ésta última se realiza este tipo de valoración si el menor, además de fallas en lenguaje, presenta dificultades en otra área).

Se utilizan pruebas estandarizadas, informales, cuestionarios (para padres y la escuela) y observación clínica para ubicar el nivel de desarrollo del menor y determinar las áreas de oportunidad, así como para verificar si requiere terapia, de qué tipo y si es necesaria la atención de algún otro especialista como el Neuropediatra, Psicólogo, Terapeuta Físico, Terapeuta Visual, Ortopedista,  entre otros.

3. Valoración psicopedagógica: Se aplica a niños de 6 años de edad en adelante. Esta valoración es parecida a la de desarrollo; sin embargo, se evalúa el proceso cognitivo más a fondo, para determinar el nivel de desarrollo del menor y todos los procesos a nivel cognitivo, a fin de establecer el tipo de apoyo que se requiere y brindar estrategias de trabajo en todas las áreas de oportunidad para mejorar su aprendizaje.

Posteriormente, la terapeuta con base en los resultados de la valoración, traza un plan integral a seguir con el menor dentro de la terapia, esto es, aborda todas las áreas al mismo tiempo en los distintos contextos que son el terapéutico, escolar y familiar.

A continuación describiré algunas situaciones por las que sería importante solicitar una valoración con un especialista para lograr un diagnóstico e intervención tempranos y así brindar a tu alumno, sus padres y a ti las herramientas necesarias para trabajar las áreas de oportunidad lo más tempranamente posible y prevenir futuras dificultades en su aprendizaje.

Valoración de lenguaje:

  • Si observas fallas para comprender el lenguaje o seguir instrucciones.
  • Si al año y medio no habla y no existe una intención comunicativa.
  • Si después de los 3 años de edad presenta fallas en la pronunciación de los fonemas del español con excepción de la  /r/ y /rr/, estos últimos a más tardar a los 5 años de edad los deben pronunciar.
  • Si observas fallas en la organización o el uso de su lenguaje.

Valoración del desarrollo (2 a 6 años) y Psicopedagógica (6 años en adelante):

  • Cuando además de fallas en lenguaje observas dificultades en otra área como motricidad, emocional – social y cognitiva.
  • Si observas lapsos de atención muy cortos.
  • Si está en constante movimiento y no logra terminar sus trabajos.
  • Si observas torpeza motriz o dificultad para las actividades grafomotoras.
  • Si no logra aprender los contenidos de la clase.
  • Si observas fallas a nivel conductual que interfieren en su desempeño.
  • Si hay dificultades importantes para las habilidades sociales.
  • Si empieza con el proceso de adquisición de la lectoescritura y no se ven avances.
  • Si existe impulsividad e hiperactividad.
  • Si observas fallas para procesar la información.
  • Si se le dificulta seguir reglas.
  • Si se cansa rápidamente y no trabaja.
  • Si observas dificultades en la entrada, procesamiento o salida de la información.
  • Si tiene fallas al organizar sus trabajos que influyen en su rendimiento.
  • Si ya sabe leer y escribir, pero aun no logra comprender lo leído o expresar sus ideas por escrito de manera correcta.
  • Si no se observan avances en el razonamiento lógico matemático.
  • Si no logra autorregularse.

Además de los escenarios descritos anteriormente, es importante que si notas alguna otra situación en la que el rendimiento del niño se vea afectado significativamente, con respecto a lo que debería estar logrando para su edad cronológica, sugieras una valoración con un especialista.

Es primordial que no diagnostiques sin antes realizar un análisis minucioso (con el especialista) para obtener la información más veraz posible sobre qué está ocurriendo con ese niño y así abordar integralmente todas las áreas de oportunidad y dar las herramientas para un desarrollo óptimo.