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RETOS Y OPORTUNIDADES DEL APRENDIZAJE ACTUAL
Lic. Valeria Corona Chaires

Durante el último año, todos como personas, profesionistas, padres de familia o simplemente seres humanos nos hemos enfrentado a una situación sumamente compleja en un contexto histórico y social lleno de retos. Sin embargo y de forma específica por una u otra circunstancia a la población infantil de México, le tocó llevar el confinamiento de una forma compleja y llena de obstáculos para desarrollarse a nivel académico, social, físico y emocional.  

Conforme el tiempo ha ido transcurriendo, los padres de familia echan mano de recursos para llevar la vida de los niños de la mejor manera posible. Sin ignorar ni restarle importancia a que existen situaciones familiares y sociales sumamente complejas para ciertos niños debido al aumento de diferentes formas de violencia, deprivación cultural y social.  

Esta situación que menciono pone a todos los especialistas en el medio de la educación y el desarrollo infantil en una plataforma en donde toca ser actores de cambio y de impulso hacia la mejora continua desde nuestra área de acción como profesionistas. 

El afán de este artículo es brindar un poco de calma a los maestros y especialistas de la educación considerando que los niños son seres resilientes, con cerebros con plasticidad cerebral capaces de adaptarse en gran medida a muchas situaciones adversas, saliendo triunfantes incluso con nuevas habilidades adquiridas. Por lo que es importante revisar como tener una visión clara sobre lo que en realidad está sucediendo con el aprendizaje de los niños, considerando las preocupaciones que todos los padres de familia pueden llegar a tener, para poder transmitir en medida de lo posible, lo que SI es importante observar y cuidar, además de la preocupación de si van a cumplir o no con los objetivos académicos de las instituciones escolares en las que se encuentran, ya sean públicas o privadas. 

El cerebro de los niños pequeños está diseñado para buscar nuevos estímulos a su alrededor y de esa manera van construyendo la realidad y los aprendizajes que van adquiriendo; entonces, en consecuencia, durante el confinamiento, esos estímulos disminuyeron o pararon, de forma opuesta a lo que normalmente sucedía antes, en dónde la búsqueda de nuevos aprendizajes era acelerada, y era posible sobre estimular a los niños, situación que tampoco es conveniente para su correcto desarrollo.  

En conclusión, los niños se están perdiendo de esa estimulación que se daba de manera natural en la vida cotidiana: al caminar por la calle, al acompañar a mamá al supermercado, visitar el parque o el cine el fin de semana.  

La interacción se daba de forma natural y los beneficios eran inmediatos. Ahora todos los días son parecidos, siempre ven a las mismas personas y tienen las mismas actividades en un mundo angosto resultando en niños deseosos de novedad, con padres o mediadores estresados por la serie de situaciones que se presentan día con día en el mundo de los adultos.  

Karen Zaltzman, pedagoga experta en crianza, nos compartía un dato interesante, al mencionar que en el aula; se pueden atender todos los estilos de aprendizaje durante las actividades en modo presencial, pero en el aprendizaje a distancia es complejo hacerlo y se favorece más al individuo con tendencia a tener un estilo de aprendizaje auditivo, esto limita la forma natural de los niños de aprender por medio de su cuerpo y la interacción social.  

Por lo que es importante tener una conversación sobre lo que es MAS IMPORTANTE durante este ciclo atípico, pero con oportunidades de desarrollar en paralelo otras habilidades. A continuación, te comparto una serie de estrategias que puede ser útiles en el día a día frente a los niños con los que te toca compartir tus conocimientos: 

ESTRATEGIAS 

  1. Darle prioridad al vínculo emocional y a las relaciones afectivas entre maestros y alumnos, antes que, a la adquisición de contenidos, así como promover esto mismo entre padres e hijos. 
  1. Considerar que los períodos sensibles de aprendizaje siempre son flexibles y tienen la ventaja de que tarde o temprano adquirirán los contenidos académicos, con mayor esfuerzo, claro está, pero será posible. 
  1. Cuidar el lenguaje no verbal intentando transmitir una correcta gestión de las emociones, nombrándolas y validándolas en todo momento. 
  1. Intentar incluir actividades que promuevan el juego, la actividad física, el tiempo de ocio, la gestión de emociones, en la forma de impartir los contenidos académicos para hacer posible la correcta adquisición considerando los retos del aprendizaje en casa. 
  1. Tener una comunicación constante con los padres de familia para entender cada situación de manera individual y ofrecer alternativas para hacer adaptaciones que favorezcan el aprendizaje para cada familia en particular. 
  1. Generar espacios de “descanso visual” si las horas de pantalla son muy continuas y constantes donde se puedan generar dinámicas que favorezcan la salud visual. 
  1. Asesorar sobre la disposición de espacios para favorecer el orden mental y evitar la contaminación visual, auditiva y el exceso de estímulos de juego.  
  1. Establecer horarios visuales que permitan a los niños comenzar a ser más independientes y tener mayor claridad sobre lo que se tiene que hacer en diferentes momentos. 

Finalmente considerar que los padres en casa no tienen las herramientas que los especialistas en educación tienen y que nos toca ser el puente que haga posible llevar de manera armónica este aprendizaje en casa, intentando generar momentos significativos que permitan que los niños estén deseosos de regresar al aula a aprender, y no se queden con un trago amargo de los contenidos académicos que no lograron integrar.  

Hacer equipo con las familias en casa para que al final de este momento se logre que los alumnos lleguen al salón de clases, felices, hambrientos de aprender, con las relaciones con sus padres y maestros enriquecidas tras haber logrado navegar juntos esta pandemia. 

Lansbury, J. (1992) “No bad Kids” 

Siegel, D. (2005) “El cerebro del niño”