Siete olmedo®

¿QUÉ ESTÁN IMITANDO TUS HIJOS?
SIETEolmedo
PadresMay13

Por: Mtra. Alejandra González Servín
Hoy en día muchos adultos tienen la creencia que el ser “buenos padres” significa cubrir las necesidades de sus hijos inmediatamente, pero esto es una idea errónea, ya que al satisfacerles sus deseos en el momento, afectan el proceso de adquisición de habilidades sociales ya que pueden convertirse en niños con poca tolerancia a la frustración y a la demora, manipuladores, que no respetan turnos ni normas sociales (pedir las cosas por favor o dar las gracias por ejemplo), se les dificulta la resolución problemas (ya que están acostumbrados a que todo les resuelvan o les digan que hacer).
Todo esto hace que no se adapten a la sociedad, además de que sin querer, limitamos también sus capacidades cognitivas, su motivación para aprender disminuye y por supuesto, aparecen los berrinches, golpes, gritos y muchas más conductas inadecuadas que harán que nuestros niños se sientan infelices en el contexto donde se desarrollan.
Pero entonces ¿Qué podemos hacer para que nuestros hijos crezcan con seguridad y sobre todo felices? considero que lo primero que hay que hacer es parar y reflexionar sobre lo que hemos hecho y lo que estamos haciendo como padres ¿Es adecuado?, ¿Nos está funcionando?, ¿Funcionara a futuro? Si la respuesta es NO, es necesario moverse y hacer las cosas diferentes, nada más que eso, quitarse de la cabeza miedos y prejuicios, eliminar la frase “si hubiera…” lo que toca en ese momento de conciencia es VOLVER A EMPEZAR, hacer algo diferente para conseguir algo diferente; esto también es una buena ocasión para hacerle ver a tu hijo que equivocarse no es malo, que es una oportunidad de aprender.
Como dijo Hipócrates: “El tiempo es aquello donde surge la oportunidad y la oportunidad es aquello para lo que no hay mucho tiempo… sanar es cuestión de tiempo, pero también es cuestión de oportunidad”.
Después de tomar conciencia seguiría observar atentamente y describir con precisión a tu hijo sin adjudicarle etiquetas, con esto les estamos enseñando el valor del respeto, además de descubrir muchas cualidades y aptitudes de tu pequeño. Algunas cosas que descubrirás en él o ella será parte de su temperamento otras serán cosas que imita de quien le rodea, esta es la parte más interesante pues te darás cuenta que hay cosas que hacer igual que tú, o que los abuelos, tíos, vecinos; igual que los modelos con los que convive.
Como adultos somos modelos; tú ¿Qué quieres que tus hijos repitan de ti?, todos copian, por lo tanto es importante como ya lo mencionamos, observar y conocer los intereses de tu hijo para saber de qué manera inculcarles valores y hábitos de convivencia (respeto, tolerancia, etc.), facilitarles todas las experiencias posibles y enseñarles a vivir con los demás, así en un futuro se convertirán en personas seguras, aceptadas, equilibradas emocionalmente, empáticos, con todo el interés y disposición para aprender, en resumen seres íntegros.
En este momento solo tú estás leyendo este artículo así que el cambio más probable está en ti, los demás todavía no pueden modificar nada pues no lo han hecho consciente, planea que cambios quieres en tu hijo y comienza por ti; su mayor ejemplo.
Recuerda que cada pequeño es diferente, descúbrelo platicando con él y observándolo. ¡no te pierdas esa magia!, con esto el mensaje que les mandas es que te interesas por él y por sus cosas (por conocerlo), por lo tanto más adelante se interesará en ti y tendrá la confianza de platicar contigo. Así aprenderán uno del otro.
Favorece su autoestima por medio de una convivencia sana acompañada de paciencia, amor, tolerancia y sobre todo conciencia. ¡Ámalo y demuéstraselo!
Esto podría resumir lo que yo llamo ser buenos padres.

“Es con el corazón como vemos correctamente; lo esencial es invisible a los ojos”

Antoine de Sant-Exupéry, El principito
Bibliografía consultada: Mentes diferentes, aprendizajes diferentes, Mel Levine. Ed PAIDÓS