Siete olmedo®

LA ESTIMULACIÓN DEL BEBÉ Y EL NIÑO PREESCOLAR, BASES PARA EL FUTURO
Mtra. Ligia Olmedo Santillana

Los niños/as desde que nacen reciben estímulos externos al interactuar con otras personas y con su entorno. Cuando estimulamos estamos brindando oportunidades para explorar, adquirir habilidades y comprender el entorno. 

Cada etapa de desarrollo requiere de diferentes estímulos que se relacionan directamente con lo que va pasando en el desarrollo individual de cada niño/a. 

Cecilia Maidagan, psicóloga especialista en Estimulación Temprana explica que el aporte de estimular tempranamente a los pequeños es: 

Desde lo biológico, esta práctica implica la intervención en momentos en que el sistema nervioso del bebé está en proceso de organización (concepto de plasticidad neuronal). Así mismo, desde el área psíquica al estar auspiciando el sostén de las funciones parentales estamos contribuyendo a la constitución subjetiva del niño. Desde el área cognitiva promovemos actividades lúdicas compartidas que permiten al niño lograr el óptimo desarrollo de su inteligencia. 

Los cuidadores (padres, abuelos, personal de guarderías, etc.) son los principales proveedores de experiencias. El cerebro se moldeará y conectará a partir de esas experiencias, por lo tanto los cuidadores ayudan a que se dé la madurez del individuo en cada etapa por medio de su enriquecimiento diario; durante las rutinas y eventos que viven a diario en casa y cuando salen a diferentes contextos (de paseo, a hacer compras, a reuniones, a eventos culturales, a hacer ejercicio o disfrutar de una caminata, etc.). 

Con respecto al desarrollo neuronal, la Dra. Scarlet Witting, neuróloga infantil de Clínica Universidad de los Andes, comenta que “la familia es la principal responsable en la estimulación del niño. Además, es importante tener en cuenta que en los primeros años se dan los principales desarrollos de conexiones sinápticas, eso significa que hay enlaces neuronales que son vitales desde esa etapa de la vida para edades más avanzadas”. 

A partir de lo expuesto es posible reconocer hogares en los qué hay poca estimulación ( ambientes pasivos ) que no enriquecen al menor, y también ambientes que tienen un exceso de estimulación (que generan niños híper estimulados) que con frecuencia parecen ansiosos o irritables ( ya que el exceso de estímulos y exigencias provocan cierto nivel de estrés). 

En este sentido, la vida del bebé y el niño en etapa preescolar requiere estar organizada con: 

  • Rutinas  
  • Hábitos 
  • Un toque de novedad 

Para analizar más a profundidad si esto aparece en tu hogar comparto algunas preguntas de reflexión: 

  1. ¿La hora de la comida, el baño y la hora de dormir están determinadas? 
  1. ¿Los cuidadores o adultos que están a cargo son estables o cambian constantemente? 
  1. ¿En la semana se cuenta con momentos de paseo, descanso y juego? 
  1. ¿Existe flexibilidad dentro de las rutinas?, ¿Si algo no se puede llevar a cabo hay variabilidad / flexibilidad? 
  1. ¿Se analiza si la rutina debe cambiar y se realizan los ajustes cada que sea necesario? 
  1. ¿Hay novedad en la semana?, ¿Se realizan cosas divertidas o que nunca se habían hecho?, ¿Se planea alguna actividad en específico para enriquecer su desarrollo o desarrollar su talento/ interés? 
  1. ¿Las experiencias estimulan todas las áreas del desarrollo ( motriz, lingüística, afectiva, social, intelectual) o solo alguna(s)? 

Cada niña o niño necesita diferentes experiencias; lo que a uno puede calmarle a otro puede provocar sensación de caos.  

Una de las claves en la estimulación es reconocer que causan los estímulos en los niños, ya que en exceso en lugar de motivar generan hartazgo y disminución del interés. 

También será clave la actitud del adulto ante la actividad, material, evento o clase; un papá que constantemente regaña por el error al tocar el instrumento quitará el disfrute en la experiencia y a la larga el menor en lugar de aprender de sus errores querrá evitarlos (incluso negándose a tocar nuevamente un instrumento). 

“Si cambiamos el comienzo de la historia, cambiamos la historia entera” 

Raffi Cavoukian 

La carencia de estímulos en la infancia no permitirá que el menor alcance su máximo potencial.  

La estimulación debe retar y al mismo tiempo dar seguridad. Proveer diariamente al niño o niña de distintas interacciones  con materiales, lugares o personas. 

Enriquecer las experiencias 

Algunos padres pueden pensar que el enriquecimiento de experiencias puede ser dificil, pero en realidad se trata de un ejericio interesante para los cuidadores donde el objetivo es: encontrar variantes que mejoren el aprendizaje, eleven el interes o brinden mas información (profundizando sobre el tema). 

Siempre tomando en cuenta que el disfrute de la interacción y el fortalecimeinto del vínculo hara que perdure por más tiempo (o de manera indefinida) el aprendizaje. 

Brindo ejemplos concretos de enriquecimiento para diferentes edades y contextos variados: 

Salir al jardín à salir al jardín a mirar con una lupa 

Jugar con un globo à usar un matamoscas para evitar que el globo caiga 

Usar títeres à utilizar un vaso vacio para simular que el títere bebe agua 

Cantar canciones con movimientos à cantar variando el tono, velocidad, volumen o tipo de voz/ hacer como que cantan solo moviendo la boca sin sacar voz 

Guardar los juguetes à usar adivinanzas para guardar cada categoría 

Ir al zoológico à usar las fotos del paseo para elaborar un cuento de la visita 

Ir al supermercado à elaborar una lista con dibujos de lo que se va a comprar o simplemente memorizarla y ver cuantas cosas recuerdan al estar en el lugar 

Si las actividades brindan novedad, el interes por aprender se incrementa. Un ambiente que proporciona siempre las mismas experiencias suele promover estaticidad, y con esto niños que no busquen hacer cosas diferentes (por lo tanto que no se benefician de los cambios o las variantes). 

Es verdad que la estabilidad de los bebes es necesaria, cambiar el horario continuamente no ayudará a que el ambiente sea predecible y de certeza; sin embargo la novedad y la sorpresa deben estar presentes pues causan curiosidad y ganas de aprender. 

Como padres y cuidadores necesitamos revisar a que experiencias exponemos a nuestros niños y niñas para así lograr un balance que sea benefico para su desarrollo. 

Articulos consultados: 

  • Desarrollo neuronal en los primeros años de vida, 2020. Clínica Andes, Chile 
  • La importancia de la Estimulación Temprana en los primeros años de vida, 2017. Aptus propuestas educativas, Argentina