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¿CÓMO AYUDAR A LOS HIJOS A SER RESPONSABLES?
karina

Por: Mtra. Ligia Olmedo Santillana

Ser responsable significa aceptar las consecuencias de las propias acciones, las consecuencias de lo que se hace y se dice. Esto también se refiere a desarrollar nuestro potencial.

Aprender a ser responsable a parte de ser un gran desafío, es un logro que impactará la vida del niño por siempre ya que necesitará darse cuenta si contribuir o no ante alguna situación (sin culpar a los demás), tomar decisiones (arriesgándose a no obtener lo deseado), poner metas, enfrentar el miedo (tomando retos aunque se tema), trabajar por metas a largo plazo  (sin obtener una recompensa inmediata),  hacer lo que se cree correcto o lo que se desea (dejando atrás la opinión de los demás), hacerse cargo de sus obligaciones y adaptarse encontrando maneras de superar la adversidad.

Lograr lo anterior puede ser complicado pues requiere de madurez y retos que permitan que el menor se pruebe y aprenda poco a poco.

Los niños al formar parte de una familia y comunidad, aprenden a aceptar responsabilidades, esta pertenencia les da un lugar y trae consigo acciones que se esperan de ellos. La responsabilidad se adquiere cuando los padres de manera congruente, en el trato cotidiano, dan oportunidad al niño de hacerse cargo de sus propias acciones.

Niño: Mamá voy a jugar con el vecino

Mamá: ¿Ya sacaste la basura?

Niño: no, lo hago al rato

Mamá: Sacar la basura hoy es tu responsabilidad, primero saca la basura y después puedes ir a jugar a casa del vecino

¿Qué puede hacer para que su hijo(a) sea responsable?

  1. Haga acuerdos y anticipe que los va a cumplir
  2. Apoye al menor a descubrir cuál es el impacto de sus acciones
  3. Ayude a su hijo(a) a aceptar su responsabilidad y a planear que hará diferente la próxima vez
  4. De un buen ejemplo a partir de su comportamiento
  5. Participe en actividades comunitarias donde se haga conciencia sobre la contribución al medio
  6. Delegue actividades de la casa a cada uno de sus hijos (verifique que estas sean acorde a la edad y habilidades)
  7. Recuerde o aclare lo que se espera de él/ella en la actividad o experiencia (procure que sea al inicio de esta)
  8. Genere crecimiento y reflexión a partir de los errores (aprendiendo a manejar el fracaso también se aprende a ser feliz)
  9. En cuanto a las obligaciones, explique que primero va el esfuerzo y luego el placer

Es útil en la formación de niños responsables motivar al menor cuando tiene logros o cuando conquisto alguna meta (tender su cama sin que le recuerden o recoger los juguetes después de usarlos), en cuanto a lo inapropiado se debe dar una consecuencia ya sea reparar el daño causado o perder algún privilegio.

Si los adultos que crían y educan no manejan las conductas inapropiadas, las dejan pasar, ignoran o justifican, es común que los chicos no se hagan responsables de las mismas, culpen a otros e intenten hacer sólo lo que quieren o les conviene. Esto sucede desde edades tempranas; por ejemplo, un niño de 2 años tira todos sus juguetes, al terminar, la madre sonriendo le pide que guarde, el menor corre hacia su recamara; más adelante aparecerán situaciones similares como aquel chico de 12 años que culpa a su padre por sacar 6 pues dice que debería haber estudiado con él todos los temas.

Al analizar el tema parece fácil dar responsabilidades a los hijos, establecer consecuencias y ser congruente, entonces ¿Por qué los padres en la actualidad no lo logran?; en mi opinión para que los adultos promuevan este tipo de situaciones primero tendrían que creer que los niños pueden, que ellos como  padres solo son una guía y que cada vez son menos indispensables, que los errores y el enfrentamiento de consecuencias son aprendizaje.

Los padres hoy tienen un gran reto; revisar sus propias creencias antes de poder actuar como guías que potencializan y generan madurez.

Los chicos no nacen responsables, aprenden a ser responsables.