Mtra. Ligia Olmedo Santillana

La educación definitivamente puede ayudar a construir un mundo mejor.  En un inicio se darán individuos educados, comunidades educadas y finalmente una sociedad educada.

Loreto Garcia menciona “Nos educamos continuamente y necesitamos hacerlo para encontrarnos con nosotros mismos, para poder ser más humanos, para poder actuar de manera autónoma, para ejecutar nuestra libertad y responder de ella, para poder convivir mejor con los que nos rodean, para aprender a comunicarnos sanamente, para comprometernos, para vivir con satisfacción y esperanza”.

Evidentemente hay mil maneras de definir la educación, para nosotros en SIETE olmedo es un proceso enriquecedor que vivimos día a día con padres, maestros y terapeutas. El aprendizaje es un proceso, es un fin y es una forma de vida.

Algunos confunden educación con automatización, obligación, sometimiento o entrenamiento de habilidades. Esto se relaciona con creencias y valores que se aprenden por medio de experiencias en las que en este caso el adulto entendió que es aprender.

Una idea que me parece valiosa es que SIEMPRE ES UN BUEN MOMENTO PARA APRENDER Y QUE LAS OPORTUNIDADES PARA HACERLO VIENEN EN DIFERENTES FORMAS Y MATICES, ESTO ADEMÁS NUNCA TERMINA Y SIEMPRE AYUDA A SER MEJOR.

Aprender es vivir.

La educación eleva la calidad humana y lleva a la persona a reflexionar obteniendo una conciencia de sí mismo y los demás.

En el libro  “La comunicación una experiencia de vida” se explican algunos principios que dan ideas claras sobre lo hablado anteriormente.

Loreto Garcia aporta:

Considero que un hombre “educado” es aquel que:

• Conoce sus potenciales  y sus limitaciones, los acepta, los asume y los utiliza constructivamente.
• Se encuentra en  permanente proceso de crecimiento.
• Se avoca a la búsqueda de mejores alternativas para sí mismo y para la sociedad.
• Es congruente consigo mismo y solidario con los demás.
• Responde y se compromete.
• Construye, aporta, desarrolla y ofrece soluciones creativas.
• Aplica los acontecimientos adquiridos de una manera competente.
• Decide con libertad  y enfrenta positivamente las situaciones que se le presentan.
• Se aprecia se valora, se respeta y cree en sí mismo.
• Aprecia, valora, respeta y cree en las  personas.
• Demuestra capacidad para innovar y transformar.
• Ofrece su originalidad.
• Que vive, deja vivir y  ayuda a vivir.

Solo al  impulsar y dirigir el propio aprendizaje podremos promoverlo en otro, iniciar con nosotros mismos evaluando nuestros procesos, relaciones, habilidades y conceptos. Además de buscar flexibilidad, internalización de recursos y experiencias que construyan y beneficien independientemente de la edad o contexto.

Busquemos educarnos y aprender en el camino, eduquemos a otros y aprendamos de la experiencia; aprovechemos este ciclo donde todos ganamos y todos crecemos.