Siete olmedo®

¿QUÉ ES LA PROPIOCEPCIÓN?
SIETEolmedo
propiocepcion

Por. Mtra. Ligia Olmedo Santillana

Seguramente recordamos este término, pues toda terapeuta de lenguaje y aprendizaje lo manejó cuando estudió la licenciatura, sin embargo clarificar y reafirmar términos nunca está de más.

De acuerdo a  Guski Rainer (1992), a nivel fisiológico podemos distinguir tres tipos de estructuras u órganos:

– Interoceptores, que transmiten sensaciones orgánicas.

– Propioceptores, que informan sobre la posición de las articulaciones, la tensión muscular, la postura del cuerpo, el movimiento lineal y la rotación del cuerpo

– Exteroceptores, que proporcionan información del entorno.

A continuación daré algunas  pautas de apoyo básicas para el proceso de  propiocepción que a nivel psicológico se refiere a la interacción de las  funciones descritas anteriormente.

Para efectos de las recomendaciones que se describen a continuación, se puede definir el concepto de propiocepción como el  conocimiento de nuestro cuerpo; en cuanto a la posición, temperatura, sensaciones, etc.

Puntos básicos:

  1.       Intervención principalmente del tacto
  2.       Reconocimiento de formas
  3.       Detección de la tensión, posición y ubicación
  4.       Se desarrolla con el tiempo (al inicio se da en boca)

 ¿Cómo detectar el nivel de propiocepción en el niño?

 Ejercicios de detección

A nivel cuerpo.

Hacer caras: jugar en el espejo y  tomar nota de los cambios en el gesto, así como las asimetrías de estos (para diferenciar si es sensorial, propioceptivo o de coordinación).

Imitar posturas: esto da la pauta para reconocer la organización corporal del pequeño (si no se logra la imitación hay que iniciar con esquema corporal).

Tocar con  la punta de un lápiz: el cuerpo, cara y cuello de ambos lados se va estimulando y se distingue la distancia entre el punto donde se dio el estímulo y el punto en que el niño reporta que lo sintió (variar la presión), se puede solicitar que cierre los ojos para tener resultados más confiables (solo por percepción táctil).

Reconocimiento de formas: dar figuras de foami o madera a tocar sin que las vea, esto requiere que el menor construya en su mente la posible forma y nos proporciona datos acerca de su percepción espacial.

Pueden mostrarse  3 figuras diferentes y se le da una al niño con la siguiente instrucción “De estas 3 figuras yo te voy a dar a tocar una y me dices cuál es”, posteriormente se le dan 2 diferentes y luego parecidas.

A nivel boca

Uso de botones: con 2 o 3 estímulos  (botones de formas) al frente dar un botón con hilo en la boca y pedir que el niño identifique cuál es. Al inicio se dan figuras con diferencias muy notables y posteriormente cada vez más similares.

 Pedir movimientos de lengua: al igual que la imitación de movimientos de partes del cuerpo, el mover lengua y labios indica mayor conciencia y coordinación de las estructuras orales. Ejemplo: sacar la punta de la lengua, tocar comisuras, realizar un chasquido, poner la lengua atrás de los dientes y recorrer de atrás hacia adelante y realizar movimientos dentro de la cavidad oral (diferenciar si la falla  es por sensibilidad, propiocepción o coordinación).

 El proceso de percibir sensaciones es complejo, sin embargo profundizar sobre estos temas ayudará al entendimiento del movimiento, la orientación, el equilibrio, la planeación motora, etc. Dichas habilidades se basan en esta propiocepción y elevan o disminuyen la calidad de vida del individuo ya que impactan en cómo se ubica y mueve en el mundo, así como en procesos de habla y comunicación.

Bibliografía consultada:

La percepción, Diseño psicológico de la información humana, Rainer Guski. Ed. Herder.

{jcomments on}