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ESTRATEGIAS DIDÁCTICAS PARA TERAPEUTAS
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Por: Lic. Alejandra González Servín

Como profesionales de la educación somos guías y mediadores de aprendizajes significativos, al ayudar a extraer y “potenciar”, las capacidades de las personas a nuestro cargo. Por lo tanto, debemos ser consientes que la educación es una ruta de perfeccionamiento integral (de todas y cada una de las dimensiones humanas).

Es nuestra responsabilidad prepararnos y desarrollar estrategias didácticas, además de crear ciertas habilidades básicas para lograr que aquello que se enseña sea realmente motivante para conseguir un aprendizaje significativo:

¿En qué consisten estas habilidades y estrategias? ¿Qué beneficios ofrecen?  A continuación  enlisto algunas de ellas.

Inducción:

Representa el momento decisivo en que la terapeuta capta la atención del niño. Con esta se brinda una preparación para un nuevo reto y se genera interés, volviéndolo receptivo. Pueden emplearse 2 tipos de inducción:  verbal y material, por ejemplo: anécdotas, analogías, cuentos, objetos, juegos, videos, etc.

Comunicación verbal y no verbal:

El estilo de comunicación debe ser sencillo, claro y lógico. El volumen necesita ser adecuado al tamaño y a las condiciones acústicas del lugar. Es útil cambiar de tono, adecuándolo según el énfasis que se quiere dar a las ideas. Cuando sea oportuno, hay que introducir términos técnicos explicando claramente su significado y utilizándolos en expresiones que aclaren la idea.

Mantener o propiciar la prestancia:

Esto se entiende como la actitud física y mental de la terapeuta; esto es básico para realizar un proceso terapéutico o educativo, ya que influye de manera decisiva en el ambiente interacción .

Comunicación verbal

Comunicación no verbal

Palabras

Expresión facial

Posición del cuerpo

Tensión muscular

Ritmo respiratorio

Tono de voz

Entonación

Postura

Proxemia

 Variación del estímulo:

Consiste en la habilidad de combinar diferentes técnicas verbales y no verbales.

Ejemplo de verbales: Enfoque: La terapeuta busca conducir la atención del individuo o grupo a un punto en particular “escuchen atentamente esto”.

Ejemplo de no verbales: Desplazamientos, gesticulaciones, pausas, silencios y cambio de canal sensorial.

Formulación de preguntas:

Esta es una de las habilidades más poderosas de un buen comunicador.

Existen varios tipos de preguntas: abiertas, cerradas, de sondeo, las que reafirman conceptos, directas e indirectas.

Refuerzo verbal y no verbal:

Habilidad que debe desarrollar la terapeuta para conocer y utilizar los mecanismos que operan en la conducta de los participantes, a fin de saber cómo incrementar las conductas positivas y disminuir las negativas

Mecanismos que operan para aumentar la frecuencia de una conducta:

-Refuerzo positivo. Es todo estímulo que, al sumarse a una situación, aumenta la probabilidad de que se repita la respuesta. Ejemplo: Si la terapeuta felicita a un miembro del grupo cuando participa en clase, está reforzando positivamente a una persona y a otras indirectamente para que participen.

-Refuerzo negativo. Es todo estímulo que cuando se elimina de una situación, aumenta la probabilidad de que se repita la respuesta. Ejemplo: En un grupo pasivo, la terapeuta puede incrementar simultáneamente la participación de los miembros del grupo si hace desaparecer alguna situación desagradable y da la opción de hacer algún trabajo o actividad atractiva y estimulante

Integración:

Actúa como eslabón entre los conocimientos anteriores y el nuevo conocimiento, lo cual proporciona un sentimiento de logro al niño y disminuye la tolerancia a la frustración. Existen 3 tipos de integración: inicial, media y final.

Organización lógica:

Habilidad que enfatiza la relevancia de comunicar lógicamente las ideas, para lograr un auténtico aprendizaje y la participación de los individuos. La terapeuta requiere de un orden mental para lograr el orden en otros.

Para que las estrategias de aprendizaje se asimilen y puedan transferirse y/o generalizarse es preciso que se enseñen a través de diferentes áreas, es decir integralmente, si no, se seguirán cometiendo los mismos errores que hasta ahora se han estado cometiendo.

Reflexionemos en cuales de estas habilidades son nuestras fortalezas y en cuales debemos seguir trabajando.

Bibliografía: Villalobos Pérez-Cortés, Elvia Marveya

Didáctica integrativa y el proceso de aprendizaje, México. Ed Trillas