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LA ESCUCHA, UN ELEMENTO CLAVE PARA EL DESARROLLO HUMANO
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Por. Lic Ma. Elena Anaya Meneses

Entre todas las habilidades lingüísticas a la que menos atención se le presta en la vida cotidiana suele ser la de escuchar, pero es una habilidad muy importante, porque requiere una actividad que va mucho más allá que la cuestión física de oír.

Esta habilidad tiene implicaciones de entre las cuales destacan escuchar con un objetivo determinado, obtener información, una respuesta o generar expectativas de lo que vamos a recibir; por lo tanto generamos una capacidad de predecir lo que vamos a oír. En la mayor parte de las ocasiones cuando escuchamos, podemos ver al emisor y eso nos va a dar información no verbal (que complementa las palabras articuladas).

Mientras escuchamos se nos exige que respondamos a la persona que habla (feed-back, retroalimentación), para que ésta sepa si la estamos entendiendo o si necesitamos que nos repita, complemente o aclare algo.

Además, el lenguaje oral en una comunicación cotidiana suele ser espontáneo, con pausas, con repeticiones, con cambios de ritmo y con la presencia de ruido, lo cual puede variar la calidad en la escucha.

Escuchar:

Es comprender el mensaje, para ello tenemos que poner en marcha un proceso de construcción de significado y de interpretación de un discurso oral.

Para escuchar bien, el oyente necesita desarrollar una serie de habilidades como:

  • reconocer
  • analizar
  • memorizar
  • comprender
  • interpretar
  • anticipar
  • inferir
  • retener

El proceso de escuchar es un proceso activo, por lo tanto, un buen receptor tiene actitudes de este tipo:

  • manifiesta que comprende
  • anima al emisor a seguir hablando
  • anticipa el discurso
  • tiene un buen comportamiento no verbal
  • respeta las intervenciones
  • analiza lo que escucha

Un factor imprescindible en la escucha es el análisis verbal, situación que aparece durante la organización de la información, al  mantener atención en lo dicho y al lograr la comprensión del mensaje; en el momento de establecer una conversación entre dos personas. El análisis verbal implica que la información recibida es desglosada y organizada, por lo tanto lleva a la comprensión.

Cabe destacar  que los niños practican muy a menudo dicha habilidad  en diferentes situaciones, lo que les permite adquirir otras habilidades como: elaboración de hipótesis, planeación, categorización, etc.

Es importante decir que los menores deben de tener una razón para escuchar, por tanto, antes de iniciar la conversación hay que introducir el tema, la situación, la cual conviene que esté relacionada con centros de interés de los sujetos. Así mismo, en la cotidianeidad es útil buscar formas para que en la conversación se de un verdadero análisis de lo dicho (a nivel verbal y no verbal)

A continuación les comparto actividades que pueden llevar a cabo con su hij@ de manera individual o en conjunto para enriquecer dicha habilidad.

  • Narrar cuentos y plantear preguntas durante y al final de este.
  • Decir párrafos de un cuento de forma desorganizada para que el logre descubrir el titulo del texto.
  • Colocar en una cartulina la mitad de algún objeto que pertenezca a algún campo semántico, se puede fotocopiar o dibujar,  y el niño tendrá que responder preguntas hasta llegar a la respuesta.
  • El adulto dirá una palabra o frase con las letras revueltas con el fin de que el niño organice la  forma correcta, por ejemplo: nrtaó=ratón
  • Inventar o buscar  adivinanzas de diferentes objetos.
  • Construir rimas.
  • Pedir al niño
  • Determinar un objeto con solo escuchar palabras clave ej: adulto piensa en un carro y le dicta al menor: llantas, volante, gasolina, etc.
  • El mayor menciona una serie de instrucciones y el menor las tendrá que ir dibujando para descubrir el objeto.
  • Jugar “Dígalo con mímica” con el fin de elevar la lectura de lenguaje no verbal
  • Realizar juego de absurdos y pedir que conteste con verdadero o falso, ej: los patos escriben.
  • Cambiar la entonación de las frases y determinar cómo se modifica el significado, ej: “hola ¿Cómo estas?”, “hola ¡Como¡ ¿estas?”
  • Elaborar cómics, planeando los diálogos. Al escribir COMO habla un personaje se reflexiona sobre la forma de hablar y comprender lo dicho.
  • Cantar canciones cambiando las vocales, lo cual implica análisis sobre los elementos vocálicos en las palabras.
  • Se pueden usar juegos de lenguaje como: hablar con la F,  solo con vocales o decir palabras al revés.
  • Llevar a la autocorrección del lenguaje durante las conversaciones, se puede pedir “Escucha como dijiste _____, ¿Cómo suena?, ¿Qué crees que pensamos los demás acerca de lo que dijiste?”
  • Propiciar que el niño se fije como fueron explicadas las cosas, con que palabras, entonación, posturas y gestos durante un evento específico y cuestionar sobre esto.

Por supuesto estas sugerencias necesitan congruencia, es decir, que tu como adulto prestes atención al niño y le escuches con el fin de que la comunicación fluya.

Escuchar se aprende al ser escuchado y tomado en cuenta, cuando el niño sabe que su mensaje fue recibido. La escucha se vive y aprende al mismo tiempo

En conclusión, sabemos que en cualquier ámbito de nuestra vida es deseable contar con la capacidad de expresar las ideas de forma correcta, coherente, pertinente y clara. Es decir, saber desarrollar nuestras ideas y opiniones, defenderlas, argumentarlas y evaluarlas, de la misma manera que entender, analizar y evaluar las de los demás.

Las habilidades lingüísticas juegan un rol crucial dentro de nuestra vida laboral, familiar, personal y además  son la carta de presentación de nuestros niños en un futuro.

Te invito a que comiences a compartir el tiempo con tus hij@s, es una oportunidad para que juntos aprendan a comunicar situaciones importantes y sobre todo saber escucharlos.