Por: Lic. Julia Obregon Olea

Al estar en una observación en un preescolar, veía como los niños trabajaban  en “el círculo” con la psicóloga y uno de sus títeres. Era el momento de saludar a todos y preguntar cómo se sentía cada quien. Cuando uno de los niños respondió que el hoy se sentía triste, la psicóloga le preguntó a los demás ¿Se vale sentirse tristes? A lo que todos los niños respondieron en coro: “¡No, no se vale!”, lo mismo ocurrió cuando otro de los niños comentó que él se sentía enojado hoy.

¿Qué significa esto?

El niño a través de las reacciones de los  padres o adultos con los que conviven, aprenden a manejar sus sentimientos e inhibirse o cerrarse en cierta forma al momento de expresarlos. Algunos ejemplos de mensajes que inhiben los sentimientos son: El que se enoja pierde, los hombres no lloran, llorando te ves muy fea, deja de llorar ¿que no eras niña grande?, los hombres no tienen miedo.

Al hacer esto con los pequeños no se logrará que dejen de sentir esas emociones, solo se causará una confusión y frustración en los chicos ya que  tendrán la idea errónea de lo que “debe sentirse y lo que no”.  Valida los sentimientos de los niños y ayúdales a ponerles un nombre para que en un futuro sean capaces de expresarlos y saber qué hacer con lo que sienten.