Por: Lic. Sandra Segovia Morales
En la actualidad escuchamos hablar de las emociones y su importancia en nuestro desarrollo psicosocial, teniendo un impacto en múltiples contextos: hogar, social, cultural y escolar; de este último se hablará a continuación.
De acuerdo al diccionario de Fernando Corripio, la definición de emoción deriva del latín emovere que significa mover, remover, turbación o agitación del ánimo; es decir, mover fuera de sí, hacia el mundo exterior.
Para Miriam Muñoz (1996) la emoción es un sentimiento breve de aparición normalmente abrupta y manifestaciones físicas consientes (agitación, palpitación, palidez, rubor, etc). Son expresiones estrictamente físicas que dependen de los diferentes sistemas neuronales.
Por ende, las emociones pueden ser fácilmente observadas por otros, siendo éstas de corta duración y con el objetivo de la supervivencia. Imagínate que uno de tus alumnos, entra al salón de clases agitado, con sus ojos muy abiertos y gritando; ¿qué harías?…
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Lo ignoras.
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Le dices que se tranquilice que no puede entrar al salón de esa manera y lo mandas a sentar.
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Te detienes un momento para entablar contacto visual con él o ella y tratas de comprender qué fue lo que le paso.
¿Cuál fue tu respuesta? Te invito a reflexionar sobre aquello que hayas respondido. Cuántas veces los niños pasan por situaciones emocionalmente fuertes: Separación de padres, la llegada de un hermanito, la muerte de un ser querido, cambios en casa, situaciones nuevas etc. sin recibir la retroalimentación que necesitan.
¿Has sabido reaccionar ante algún hecho similar?
El validar, reconocer y nombrar las emociones tiene un gran impacto en los chicos; al sentirse escuchados de inmediato baja la intensidad de la emoción y podrán describir o identificar cómo es su sentir. Por ejemplo: uno de tus alumnos no logra comprender la lección, ya se lo explicaste grupal y personalmente y aun así no comprende, de pronto se pone a llorar. La sugerencia es que valides su emoción utilizando una estrategia llamada “escucha activa”, ejemplo: maestra (o): “veo que se te dificulta comprender lo que te estoy explicando”, “te enoja no comprender” y/o “te frustró que no te saliera la lección“, al decir este tipo de frases ¿Cómo crees que se sentirán tus alumnos?
Sin duda alguna, se sentirán escuchados y comprendidos logrando generar un mejor vínculo con ellos, de esta manera comenzaras a tener un manejo emocional. La ONU menciona diferentes beneficios de llevar acabo un adecuado manejo de emociones:
“El buen manejo de las emociones está basado primero en su reconocimiento y después en la capacidad de nombrarlas y de compartirlas. Aquellas personas que controlan de manera asertiva sus emociones ante situaciones desfavorables tendrán mayor afectividad en sus relaciones interpersonales”
Por lo tanto, los beneficios de llevar a los alumnos a expresar sus emociones son:
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Autoconocimiento
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Empatía
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Comunicación asertiva
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Capacidad de establecer relaciones interpersonales
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Toma de decisiones
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Solución de conflictos
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Pensamiento creativo
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Pensamiento critico
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Manejo de tensiones y estrés
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Manejo de emociones
Todas estas habilidades te ayudarán a potencializar tu trabajo académico, pero sobre todo, el desarrollo emocional, social y psicológico en cada uno de tus alumnos y alumnas. Además, el uso cotidiano de estás habilidades dentro del trabajo en el aula, permitirá que los alumnos (as) las adquieran como parte de su desarrollo, aplicándolas en su vida diaria.
Bibliografía:
Muñoz Polit, Miriam, (2012) Emociones, Sentimiento y Necesidades. México.
Organización Mundial de la Salud (2010).Maltrato Infantil.