Por Mtra. Ligia Olmedo Santillana
Actuar asertivamente significa que la persona expresa lo que quiere o desea de un modo claro, honesto, que indica lo que se desea de la otra persona mostrando respeto al hacerlo.
Generalmente tiene que ver con un comportamiento directo y firme, usando mensajes «yo», con tono de voz firme y una proxemia adecuada. Siendo lo más importante, escuchar a la otra persona, analizando su interpretación sobre el tema a tratar.
Uno de los puntos base para tener una comunicación asertiva es evitar la sobre-interpretación que con mucha frecuencia lleva a malos entendidos; con esto me refiero a la búsqueda de significados y a la elaboración de historias que no se relacionan directamente con lo que la persona está expresando.
Una idea puede ser interpretada de diferentes formas, sin embargo todo lo dicho es dicho por alguien, por lo tanto, cada idea al tener un autor está fundamentada por un punto de vista. Sin embargo cuando escuchamos a alguien expresar ideas, deseos o peticiones será posible que se den múltiples interpretaciones ya que cada cabeza tendrá (según sus creencias, experiencias y valores) una forma de entender el asunto.
Una habilidad, que puede llegar a convertirse en un arte, es la de tomar la mejor interpretación posible en cada momento, ya que finalmente la manera en la que vemos el mundo es como vivimos el mundo.
Por ejemplo: Llamas a un amigo y este te contesta rápidamente y dice “en un momento te llamo” y cuelga. Entonces se puede interpretar:
– Que estaba ocupado y que te llamara en un momento
– Que está enojado contigo y jamás querrá verte de nuevo
– Que está en medio de una emergencia
– Que se siente mal
– Entre muchas otras mas…
Aunque cualquiera de estas interpretaciones pudiera ser real, lo importante es preguntarte cual tomarías tú.
Esa interpretación refleja tu forma de ver la vida, tu forma de pensar y jerarquizar.
¿Te das cuenta que creencias rigen tu vida?
Vivir eligiendo la peor interpretación tiene que ver y viene de muchas cosas que cada persona vive, siendo el punto realmente importante el darnos cuenta de que está en nuestras manos elegir y generar una interpretación diferente a cada situación. Esto nos responsabiliza de lo que sucede en nuestra mente y nos da la oportunidad de cambiar el foco, así como la manera de vivir las experiencias que se nos presentan.
En una ocasión un amigo dijo una frase sabia respecto a la interpretación: “cada cosa es cada cosa”, refiriéndose a que dejemos de buscar siempre historias terribles o dramas a cada oración expresada por el otro. No es que su frase sea la verdad absoluta (porque todo lo dicho es dicho por alguien), pero refleja un punto de vista relajado y flexible.
Si tomamos la idea expuesta por otro y dejamos de buscar el “seguro quiso decir esto o aquello” y en lugar de esto clarificamos la información y evitamos la elección de una mala intención habrá un cambio en nuestro día a día.
La elección es tuya, la decisión puede cambiar tu interpretación, tu mundo y finalmente la experiencia completa.