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¿SE DEBE OBLIGAR A LOS NIÑOS A COMER?
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Por: Lic. Julia Obregón Olea

Una de las mayores preocupaciones que tienen los padres respecto a sus hijos es la alimentación. Es muy común que la hora de la comida se convierta en un momento desagradable en algunas casas debido a que los niños se resisten a la hora de comer. En ocasiones son selectivos y deciden comer solo ciertos alimentos, llevando una “mono dieta”, otras veces deciden no comer en general.

Me gustaría exponer tres tipos de causas que considero importantes para revisar por qué es que los niños no quieren comer:

Emocionales

Cuando faltan límites y no hay claridad en los roles y reglas, la hora de la comida puede ser el escenario ideal para que el niño confirme que él es el que manda en la casa y si él no quiere comer eso, NO lo va a hacer.

Otras veces lo que hace el niño es buscar la mirada de sus padres y si lo que se acostumbra en esa casa es enfocarse en lo negativo, lo que percibe es que si crea un conflicto a la hora de la comida ellos estarán más atentos a él.

En otros casos los padres hacen comentarios enfrente de sus hijos “condenando” que los gustos o disgustos de los pequeños se deben a los de ellos mismos, “Que ni pruebe el brócoli a mí tampoco me gusta”. Entonces esas ideas van quedando registradas dificultando que después se anime a probar dicho alimento,  ya que alguien de muy buena fuente ya declaró que no le gustará.

Físicas

Muchas veces el niño dice que no tiene hambre y podría ser verdad, algunos padres no les creen pero yo pienso que es importante analizar qué ha comido antes de confesar que no tiene apetito. En ocasiones los padres les ofrecen porciones iguales a las de un adulto esperando que vuelvan a tener hambre cuando ellos digan.

Según el pediatra Carlos Gonzales los niños tienen que defenderse y es por eso que a veces reaccionan de formas que a nosotros como adultos no nos gustan. Comenta que si se comieran todo lo que les intentan hacer comer, enfermarían gravemente.

El doctor explica de manera chusca algo muy común que sucede en muchas casas, obligan a los niños a comer cantidades excesivas propias para un adulto, y la forma de hacerlo no es la adecuada ya que se convierte en una lucha y la conducta se va escalando, primero te voltean la cara, después abren la boca y dejan que les metan la comida pero no se la tragan,  la pueden escupir, si insisten se terminan tragando la comida pero pueden llegar a algo extremo como el “berrinche” o el “vómito”, reacciones de defensa del niño que siente que está siendo atacado.

Sensoriales

El niño evita ciertos alimentos por su sabor o por su textura. Puede existir una desintegración sensorial en el sentido del gusto, esto se refiere a que no percibimos de manera adecuada las sensaciones que provienen del ambiente y desde nuestro propio cuerpo y por lo tanto se produce una respuesta que no es acorde al estímulo recibido, esta puede ser disminuida, exagerada o distorsionada.

¿Cómo intervenir como padres para asegurarse de que su hijo pruebe nuevos alimentos?

Muchas veces esta pregunta lleva a las familias a los extremos poco favorables, por ejemplo suelen dejarlos sentados hasta que se coman todo y los niños terminan por relacionar la hora de la comida con sentimientos negativos.  Otras veces, los padres por sentir que no deben de obligarlos terminan dándoles solo lo que ellos piden.

Recuerdo un caso de un pequeño en un preescolar que sufre de sobrepeso causado por su madre y sus deseos de que el niño sea feliz y no sufra comiendo cosas que no le gustan; en dicha escuela acostumbran a tomar el lunch de una manera muy saludable, variada y lo comparten entre todos, siempre les ofrecen a los chicos dos opciones, sin embargo la mamá prefiere que no coma lo que los demás y ella se encarga de mandarle el lunch todos los días. Diario se observa a este niño comiendo pasta o pan y nada más. En la misma escuela asiste otro alumno que al inicio de un año escolar no podía tolerar alimentos mezclados y texturas viscosas como las semillas del jitomate; su mamá aceptó que tomara el mismo lunch que los demás para darle la oportunidad de probar diferentes cosas. La maestra le mostraba opciones y le servía una cantidad normal de lo que aceptaba probar y una pizca del otro alimento que no quería, algunas veces el niño regresaba el plato con el alimento no deseado, sin embargo ya lo había visto, manipulado y a veces él mismo decía “lo voy a probar con la lengua”. En otras ocasiones al ya estar más familiarizado con el alimento él mismo decidía comérselo e incluso pedir más, al final del curso terminó comiendo casi de todo.

Los aciertos de esta maestra fueron que nunca obligo al niño a comer lo que no quería, fue respetuosa pero no le quitó la oportunidad de relacionarse con esos sabores y texturas que no tenía integrados.

Los niños comen lo que el adulto ofrece como opción.

A manera de conclusión te comparto algunas recomendaciones para ayudar al niño a que pruebe nuevos alimentos y la hora de la comida sea un momento agradable y saludable en todos los aspectos:

1. Al inicio dejar el alimento a la vista del niño a diario, pero sin insistir a que lo pruebe, esto es solo para que lo vaya ubicando de manera positiva.

2. Consumir habitualmente ese alimento en familia, con toda naturalidad, delante del niño, pero sin ofrecerle que lo coma.

3. Tratar de que participe en la preparación de la comida: invitar al niño a hacer las compras, a cocinar, a presentar los platos y a servirlos. Haz que tus hijos se involucren. Al familiarizarse con los alimentos, los niños suelen tener menos problemas a probar nuevos sabores.

4. Empezar a darle los alimentos al niño en pequeñas porciones. Lo ideal es que cuando le presentes a tu hijo un sabor nuevo lo hagas en pequeña cantidad para que se acostumbre poco a poco.

5. Ofrecer la comida en una presentación atractiva. El aspecto de la comida, influye de manera significativa en el apetito.

6. No obligar a tu hijo a comer.

7. Relajarse, si te desesperas, si enloqueces y le obligas, amenazas o regañas no habrá un logro. Lo mejor es estar tranquilo y platicar con el niño. Eso no significa que vaya a comer pero al menos el mensaje es positivo y sobre todo, no asocian comer con tensión en la mesa.

8. No insistir de más, si no tiene hambre… “no tiene hambre” no le va a dar hambre si gritas o si se lo das a la fuerza. Esto se puede descubrir al ofrecerle otra opción, ya que así es suficiente para saber si es falta de apetito o que no le gusta.

9. Dar dos opciones y aclararle que darás 2 opciones nada más.

10. La comida no es una recompensa. El niño debe ver la comida como algo agradable y no debemos usarla nunca como premio o castigo.

11. La alimentación de mamá y papá es muy importante. Si se niegan a probar nuevos platos, ¿Cómo van a hacerlo sus hijos?

12. Ofrecer el alimento rechazado en el primer plato, cuando más hambre tiene el niño, acompañado de su comida preferida, de manera tranquila. No hay que ofrecerle sólo los alimentos que sabemos que le gustan.

13. No premiar por comer algo que no quiere. «Si comes verduras, te doy un chocolate»…. no es la negociación que queremos a largo plazo. Ciertamente funciona en el corto plazo, pero no debiera funcionar así. Los estudios que se han realizado en torno a esta «técnica popular» arrojan información que se inclina a que los niños que fueron premiados por consumir vegetales, a la larga, no los volvieron a consumir. Los comentarios negativos sobre el plato preparado e, incluso, sobre el acto de comer – “ni te molestes en servirle, no lo va a probar…”- acentúan también el rechazo.

14. Considerar que hay un tiempo para que los niños coman, que es de 20 a 30 minutos como máximo.

15. Establecer como regla la siguiente: No tiene que gustarte, pero sí tienes que probar.

Bibliografía:

“Mi niño no me come”, Carlos González, Ediciones Temas de Hoy, 2004.

http://www.revistacarrusel.cl/10-reglas-para-que-tu-hijoa-coma-de-todo/#sthash.EWAjPqOV.dpuf

http://www.panorama.com.ve/portal/app/push/noticia72310.php

http://radio.rpp.com.pe/nutricion/conoce-las-causas-por-las-que-un-nino-no-quiere-comer/

http://www.pequerecetas.com/consejos-sobre-alimentacion-infantil/fobias-alimentarias-infantiles/

http://www.neurorhb.com/blog-dano-cerebral/alimentacion-desde-el-enfoque-de-la-integracion-sensorial/