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LA SEXUALIDAD INFANTIL EXISTE; ¿CÓMO EDUCARLA DESDE LA PRIMERA INFANCIA?
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Por: Lic. Valeria Corona Chaires

Al plantearme la pregunta sobre cuál sería el tema del próximo artículo que me gustaría escribir, pasaron por mi mente gran cantidad de ideas interesantes, sin embargo había uno que no dejaba de resonar en mi cabeza por la constante inquietud de los padres por manejarlo de manera adecuada con sus hijos; la sexualidad infantil.

Curiosamente muchos de los padres que se acercaron a mí para preguntarme sobre el tema, parecían temerosos de sus hijos en cuanto al manejo y dominio del tema. A continuación revisaremos algunos términos, conceptos, y se plantearan diferentes cuestionamientos que permitirán comenzar a labrar el camino de la educación sexual de los hijos, desde su perspectiva personal, basada en sus vivencias propias, siempre intentando abrir el panorama hacia dar un sentido libre y singular al sexo que se tiene, tomando en cuenta que es una necesidad existencial.

El sexo y la sexualidad humana

Todas las personas son sexuadas, es decir, tienen un cuerpo sexuado en femenino o masculino, que les permite pensar, entender, expresar, comunicar, disfrutar y hacer sentir. El cuerpo sexuado es, el lugar donde la sexualidad reside. La sexualidad según la Organización mundial de la Salud, “nos motiva a buscar afecto, placer, ternura e intimidad”.

El cuerpo sexuado, concepto que mencionábamos con anterioridad, y la sexualidad son dos conceptos distintos sin embargo van de la mano, es necesario que convivan en armonía, para que de esta manera, favoreciendo el desarrollo sano y placentero de la sexualidad se logre promover el desarrollo integral de la persona.

El sexo y la diferencia sexual

El sexo es la primera información que obtenemos de un recién nacido, se nace siendo niño o niña, esto únicamente hace referencia a que existen cuerpos sexuados en masculino y cuerpos sexuados en femenino. La diferencia sexual consiste en darle significado y sentido al hecho de nacer siendo de un sexo o de otro. Vivir esta situación con interpretaciones impuestas  o bien como si el propio cuerpo no tuviera ninguna significación hace casi imposible estar cómodo en el propio cuerpo, ya que es una necesidad existencial realizar deseos propios y originales sin caricaturizar, etiquetar, ni renunciar a aquello que se es, un hombre o una mujer.

En eso consiste la diferencia sexual, en el propio significado que se le da a la sexualidad, este concepto es diferente al sexismo, que consiste en un conjunto de características establecidas acerca de cómo son o deben ser los hombres y las mujeres en nuestra sociedad y el papel que estos deben jugar.

Enfocándonos en los niños es importante reflexionar que la manera en que cada cual desde su nacimiento va dando significados a su sexo será más libre en la manera en que comprenda que hay muchísimas formas de ser niño o niña y no una sola e impuesta por la sociedad, es interesante observar otras culturas y ver los roles que tienen grandes deportistas de género masculino en el baile o las artes, y mujeres en deportes considerados para el género masculino por el reto de fuerza y rapidez que estos requieren. Un sexo no tiene más valor que el otro ni más o menos cualidades, la diferencia sexual no es motivo de inquietud y mucho menos de discriminación.

La sexualidad infantil

En la infancia, los órganos sexuales están poco desarrollados, existen bajas cantidades de hormonas en la sangre, por lo tanto, las sensaciones de placer no han adquirido aún, significados específicos.

Sin embargo la sexualidad infantil existe y esta se va desarrollando a través de:

  • La curiosidad
  • Observación
  • Preguntas
  • Fisgoneos
  • Descubrimientos que a los adultos nos causan gracia al momento en el que los pequeños opinan cosas al respecto.

Estos momentos de curiosidad anteriormente enlistados no consisten en actos graciosos de los pequeños, si no que serán el parteaguas para ir construyendo significados propios: -El cuerpo de mamá y el de papá son diferentes, yo soy niña, tengo que cuidar mi cuerpo como el de mamá. Sin embargo el sentido que los niños y niñas dan a sus descubrimientos y juegos sexuales poco tienen que ver con el significado que como adulto se les da.

Alguna mamá me contaba sobre un juego que realizaban un grupo de niños y niñas, solo que en vez de ponerle la cola al burro, la ponían entre ellos, sin darse cuenta si quiera si tocaban la espalda o los glúteos, un juego parecido a la “rastra”. Una de las madres al ver el juego, se escandalizó de tal manera que llamó la atención de los niños de manera severa, insistiendo en que a las niñas no se les podía tocar, que era una falta de respeto y que esos juegos no estaban permitidos en casa. Los niños se sintieron culpabilizados por “poderlas lastimar” y las niñas un poco avergonzadas por el hecho de ser “intocables” y por permitir ese tipo de juegos que tienen que ver con su cuerpo.

Sus actividades sexuales se basan en motivos diferentes, es muy importante no interpretar sus expresiones de sexualidad desde nuestra propia óptica y experiencia adulta y atribuirles significados que no tienen.

Son muchas las cuestiones que apuntan a la sexualidad y están presentes desde el nacimiento y la primera infancia, te invito a continuación, a que te des un tiempo para reflexionar los puntos que se van a mencionar a continuación y observes que tan presentes están en el desarrollo de tus hijos, y te preguntes cuál de ellos tiene que ver con el rol que como padre o madre se esta ejerciendo.

  1. El descubrimiento del propio cuerpo y la experimentación de sensaciones a través de la autoexploración y de los contactos (caricias, besos, abrazos…) con otros cuerpos.
  2. Las relaciones y los vínculos afectivos con las figuras de apego y los sentimientos hacia ellas.
  3. La conciencia del propio sexo y de la existencia del otro y de las diferencias entre ambos.
  4. Las primeras nociones sobre los estereotipos y características asociadas a lo femenino y a lo masculino.
  5. La curiosidad por el cuerpo adulto (masculino y femenino) y por el de otros niños y niñas.
  6. El interés por el propio origen, la reproducción y las relaciones sexuales y amorosas entre personas adultas.

La educación de la sexualidad

“La sexualidad es un aspecto fundamental de la vida humana, pues comporta dimensiones físicas, espirituales, sociales, económicas, políticas y culturales”. La UNESCO establece que la “educación” sexual es importante, debido “al impacto que los valores culturales y las creencias religiosas tienen en los individuos, especialmente en la gente joven, en cuanto al manejo de sus relaciones con sus padres, maestros, otros adultos y sus comunidades”

En el momento en el que se logra aceptar que la sexualidad es algo que somos y que nos constituye como seres humanos, entonces será fácil aceptar y soltar los miedos que el inicio de este proceso educativo representa para los padres, ya que es básica para el desarrollo de un niño o una niña.

Es relevante mencionar que la educación sexual no solo se imparte de manera teórica, explicando las funciones biológicas de los cuerpos sexuados. La sexualidad como tal se educa a partir del rol que un adulto tenga con su propia sexualidad. Se educa en la sexualidad en la manera de hablar, de dirigirnos a los demás, con nuestro lenguaje no verbal, y las muestras de cariño que se dan a la pareja, hijos, padres y sociedad en la que se desenvuelve.

Las personas adultas educamos con la actitud hacia nuestra propia sexualidad, en la forma en que vivimos nuestro cuerpo sexuado o como expresamos nuestra sexualidad en público.

También se educa con nuestras actitudes, formas de pensar y sentir ante las expresiones de la sexualidad infantil. Si en lugar de escandalizarnos cuando algún pequeño realiza una pregunta o una señalización sobre la sexualidad o el cuerpo sexuado, actuamos con naturalidad y cariño, seguramente el niño o niña se sentirá libre y tranquilo al poder hablar con sus padres al respecto. Ya que cuando lo que predomina es el silencio y la prohibición de estos temas, se está comunicando un mensaje de que no es posible hablar de estos temas en casa. Es muy importante estar conscientes de que la represión y los mensajes negativos no estén presentes en la formación del pensamiento infantil, por medio de la actitud con la que se abordan estos temas en el entorno familiar.

Según Hernández, «La educación de la sexualidad comprende el desarrollo de las niñas y los niños como seres sexuados de una forma sana, libre, feliz y responsable»

Esta finalidad se traduce en los siguientes objetivos:

  • Conocer, aceptar y cuidar el propio cuerpo sexuado.
  • Dar un sentido y un significado propio y singular al cuerpo sexuado.
  • Reconocer y valorar la diferencia sexual.
  • Vivir y expresar la sexualidad en relación, es decir, teniendo en cuenta al otro o a la otra.”

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Hernández G, Jaramillo C. (2003) La educación sexual en la primera infancia. Recuperado el 03 de Julio de: http://educarenigualdad.org/media/pdf/uploaded/old/Mat_87_EducSexualInfancia.pdf

Hernández G, Jaramillo C. (2006) La educación sexual de niños y niñas de 6 a 12 años, guía para madres, padres y profesorado de la educación primaria. Secretaría General Técnica. Centro de Publicaciones. Ministerio de Educación y Ciencia. España.