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DESARROLLO Y VISIÓN INTEGRAL
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Mtra. Ligia Olmedo Santillana

En el mundo en el que vivimos las especialidades son lo de hoy, se valora el hecho de buscar ser experto en algún tema o aspecto. Esto puede llevar a una sobre especialización que hace que nos enfoquemos en un área solamente, por tal motivo  es de esperarse que cada vez se dé con mayor frecuencia una visión limitada o fragmentada de la persona, de la situación o del desarrollo.

         Esta es una de las razones por las cuales es necesario que el ser humano sea mirado y tomado en cuenta desde una visión integral, es decir como un todo, específicamente en el desarrollo infantil, con frecuencia observamos que los padres intentan estimular a sus pequeños llevándolos a clases extra escolares o usando sólo un tipo de actividad para convivir con ellos, por ejemplo: todos los fines de semana se les lleva a casa de los abuelos o a hacer el súper. En esas actividades hay muchas situaciones que se pueden aprovechar para promover aprendizajes, las oportunidades de crecimiento están en la cotidianeidad y es sólo cuestión de observarlas para poder explotarlas ya que la variedad de experiencias será lo que dé un desarrollo integral que permita a la persona tener éxito en varias o en todas las áreas de su vida.

 Es importante dar experiencias de todo tipo:

  • de movimiento
  • de pensamiento
  • de interacción
  • de comunicación
  • de resolución

 A continuación ejemplifico este tipo de experiencias:

  • De movimiento: nadar, ir al parque, andar en bici, montar a caballo, etc.
  • De pensamiento: ir a un museo, ver una obra de teatro, leer un cuento.
  • De interacción: asistir a un día de campo, a una fiesta infantil o un taller de arte.
  • De comunicación: pedir su comida al mesero, en una reunión preguntar a los invitados qué quieren tomar, hacer una tarjeta de cumpleaños, etc.

Hay múltiples actividades que ayudarán a ampliar la visión y el trato que le das a tu hijo, porque te irás dando cuenta de cómo se desenvuelve en estas actividades, y entonces podrás dar un manejo más adecuado.

         No se trata sólo de llevarle a hacer lo que le gusta, también es ayudarle a superar o a enfrentar gradualmente los retos que se le presentan.

         Mejorar tu visión a tu estilo de crianza, también te dará la oportunidad de tratar a tus pequeños con un nivel adecuado, evitando una vida donde los niños son adultificados, llenos de trabajo y estrés; lo cual conlleva un desarrollo incompleto de la persona.

         El objetivo final de todo padre es que sus hijos sean felices, que se realicen y se sientan completos, pero ¿Cómo lograr esto si la visión que se tiene del desarrollo no es completa, si no soy conciente de lo que implica un desarrollo integral?

 Por ejemplo:

Al llevar a cabo alguna acción con tu hijo, en ocasiones o con frecuencia realizas la actividad por él, sin darte cuenta de que va más allá de sólo hacer algo por él.

 Tomemos una situación cotidiana como ponerse los zapatos; en la actividad de ponerse los zapatos intervienen todas las áreas del desarrollo.

Pensamiento: El niño tendrá que planear los pasos, es decir, seguir una
secuencia para ponerse el zapato.

  1. Desatar las cintas.
  2. Meter el pie
  3. Jalar las cintas
  4. Amarrar las cintas.

 

Lenguaje: El niño al realizar un plan mental  y tener que ejecutarlo requiere de un lenguaje interno (el cual aparece al realizar cualquier actividad), es esta voz que va diciendo cada paso en nuestra cabeza – “ah, tengo que jalar así las cintas”, al momento que se realiza la acción es instantáneo y casi inconciente.

Motricidad: Que  implica el área de movimiento, existe una habilidad llamada planeación motora, que requiere que el pequeño planeé los movimientos que seguirá para realizar la secuencia que pensó. Además, a nivel motor también necesitará un control, una postura para no caer y lograr toda la coordinación necesaria.

Emocional: El hecho de realizar actividades por sí mismo, le dará la satisfacción y ese sentimiento de capacidad que todos requerimos para emprender proyectos nuevos o difíciles. Esta sensación de “yo puedo”, “lo hice yo”.

Social: La actividad también dará una ganancia al niño, pues al salir del círculo familiar y enfrentarse a esa misma actividad, en este caso de ponerse los zapatos, ya tendrá una situación previa de éxito o de intento para trasladarla a un contexto grupal, como puede ser en una fiesta, en la clase de educación física, etc.

 Como se explicó anteriormente,  si tú decides realizar algo por tu chico, habrá consecuencias en todas las áreas, no sólo es el hecho de de hacer algo por él, es todo lo que no gana, no aprende, no practica o no logra porque tiene quién lo haga por él.

 Claro está, que hay factores que intervienen en dar ayuda, el estrés, la forma de vida, la falta de reglas, la culpa, la sobreprotección, la falta de tiempo, etc.

Sin embargo, lo único que ayudará a mejorar tu manejo será el practicar, el practicar esta visión integral, ya que en la medida que valores los aprendizajes que le das a tu hijo en las diferentes situaciones o actividades, promoverás mayor independencia, persistencia, confianza… esto es lo que yo llamo “asegurar el éxito a tu hijo”.

 A continuación me gustaría darte algunas sugerencias para que practiques o adquieras esta visión integral que al final llevará a tu hija o hijo a conformarse como una persona capaz en sus pensamientos, movimientos, interacciones, comunicación y manejo de sus sentimientos, es decir, una persona que está conciente de sus capacidades, habilidades y destrezas.

 Ejercicios que puedes realizar para mejorar tu visión integral:

  1. Observa algún juego que realice tu hijo y sólo detecta que aspectos pone en práctica; el juego se trata de dominar un movimiento, de planear, de encontrar la lógica, de explicar, de asociar o memorizar. Esto te ayudará  a darte cuenta en qué áreas tu hijo cuenta con más habilidad y cuáles todavía no domina.
  2. Piensa en actividades que requieran practicar varias áreas, por ejemplo:

Al ir al cine – si el niño pide los boletos para la función o lee cuál es el horario y sala, está practicando habilidades lingüísticas, al hacer la cuenta de lo que comerá o del costo del boleto apoyaremos a la organización del pensamiento, si logra respetar las reglas durante la función afianzará habilidades sociales, ejemplo: si tiene un control postural en el asiento adecuadamente por una hora se reforzará el área motora.

Casi a cualquier actividad podemos darle un manejo integral, de hecho ésta es una de las razones por la cual con frecuencia  le digo a los padres, que no es tan importante sentarse a repasar y estudiar con el chico, claro que esto ayuda, pero es la vida diaria la que prepara al niño para ser una persona que resuelva y se sienta segura para interactuar.

  1. Analiza la semana de tu hijo y cuestiónate ¿hacia  que áreas nos estamos enfocando más?, es normal que según los intereses de los padres el niño tenga más acceso a cierto tipo de experiencias. Así es como un hijo de biólogos va a clase de ciencias o natación y no de arte, o una niña hija de músicos sólo toma baile o pintura y no clases de matemáticas.
  2. Reflexiona sobre cuáles son las propias áreas fuertes y las áreas de oportunidad de tu hijo o hija, éstas últimas se refieren a aspectos que necesitamos o podemos desarrollar más.

 Estos son sólo algunas situaciones que ayudarán a tu mente a ejercitar una visión y estimulación integral.

 Todas las áreas del desarrollo son importantes y el objetivo de buscar que nuestros niños se sientan competentes y  capaces, es simplemente el lograr que sean chicos seguros de sí mismos.

 La diferencia entre lo que logra un niño con seguridad y uno sin ella es enorme.

Un niño seguro se arriesga, uno inseguro no.

Un niño seguro intenta, uno inseguro no.

Un niño seguro propone, uno inseguro no.

       En fin, el destino de tu hijo puede cambiar si promueves el aprendizaje integral, el resultado será una persona que busque éxito en los diferentes aspectos de su vida y que se perciba a sí misma completa y realizada.