Por: Lic. Jimena Sánchez Jiménez

Cada noche a  la hora de dormir, Daniel de 4 años y su mamá siguen una rutina nocturna para acostarse, antes de apagar las luces la mamá, Daniel dice “¡Tengo miedo! No apagues la luz”.

¿Qué significa esto?

El miedo puede presentarse en situaciones de riesgo, reto, cambio o incluso de pérdida. Es una defensa natural ante el riesgo para estar alerta. En ocasiones,  ayuda a los niños a regular sus emociones ambivalentes de rabia, frustración, amor y dependencia.

Miedos según la edad:

Recién nacido llora ante la pérdida del contacto físico, movimientos y  sonidos fuertes. De 6 a 9 meses, se presenta la ansiedad de separación y miedo a las personas desconocidas.

De 4 a 6 años, los niños tienen miedo de objetos o personajes fantásticos evocados de su imaginación o de cuentos y películas.

A los 7 años, los niños comienzan a comprender conceptos como el de la muerte, a partir de esto es común el miedo ante situaciones reales de riesgo hacia el niño y su familia. En la escuela, los miedos se enfocan a la adaptación a la escuela, miedo a no tener amigos, a ser castigados, a perder, etc.

Algunos miedos pueden ser transmitidos por los padres al sobreproteger. Una actitud de confianza y seguridad es el mejor mensaje que podemos transmitir ante sus miedos, actuando con serenidad.