Por Lic. Valeria Corona Chaires

En una avenida muy transitada de la ciudad, se detuvieron a mi lado un padre extranjero y su hijo. Mientras los 3 esperabamos la luz verde para poder caminar sobre el paso peatonal, un camión de pasajeros se paso en rojo y se subió a la acera pasando a solo un metro de nosotros. Apenada, vi que el padre del niño me miro sorprendido como buscando una explicación por mi parte. Impresionada no pude decir nada.

El niño muy impactado por lo que había pasado, le pregunto en ingles a su padre, ¿Papá por que el camión se paso en rojo y se subió a la acera?  Su padre respondió: Hijo en este país la gente piensa diferente.

Me aleje apenada pensando que la explicación del padre a su hijo no había clarificado la pregunta del niño y que pudo haber aprovechado la situación, para crear conciencia social, cívica y de respeto a los demás en su hijo.

¿Qué significa esto?

En nuestra forma de vivir y respetar normas sociales y cívicas, lograremos crear hábitos y valores en los niños que estamos criando. De nosotros depende, a pesar del mundo falto de respeto y valores cívicos en el que vivimos, reforzar y establecer de manera clara, cual tipo de comportamiento es aceptable y cual no, recordando siempre y como frase clave, que, en la sociedad en la que vivimos, lo más común en nuestros días no necesariamente es lo más normal, ni lo más aceptable.