Por: Lic. Alejandra González Servín
La motivación es la base del aprendizaje, Es la energía interna que nos mueve a salir de nuestra zona de confort.
Es tan importante que provoca cambios a nivel neuronal, psicológico y de comportamientos. Activa el striatum ventral del cerebro, que está altamente relacionado a la capacidad de memorizar un evento.
Según Albert Bandura psicólogo canadiense con tendencia cognitivo-conductual, cuando la persona aprende se ponen en marcha 4 mecanismos:
- Atención: la capacidad de atender lo que se está aprendiendo
- Retención:habilidad para recordar lo que se ha aprendido
- Reproducción:capacidad para repetir lo que se ha aprendido
- Motivación:es la necesaria para que la persona imite el comportamiento que ha aprendido
Es decir, hasta el punto de la motivación no hay un comportamiento generado, es necesario que la persona encuentre razones (esté motivada) para que imite lo que ha aprendido. Dentro de esas razones, Bandura define:
- refuerzos pasados: experiencias anteriores
- refuerzos prometidos: incentivos y beneficios que imaginamos
- refuerzo vicario: se aprende a repetir o evitar la conducta según la experiencia de ver las consecuencias positivas o negativas de las acciones de otras personas
Como terapeutas debemos mirar la motivación de manera multidimensional, ya que hay que tomar en cuenta varios aspectos como: el ambiente, los intereses del paciente, la mediación que se le dé, el planteamiento de objetivos adecuados, el saber calibrar y hasta la actitud que tomamos cuando estamos con ellos.
Motivación es igual a acción y movimiento, es todo un arte. El terapeuta que trabaja con niños que presentan dificultades en el aprendizaje (quienes usualmente experimentan mucha frustración), requieren dominar las habilidades como: reconocer esfuerzos y éxitos, fomentar su creatividad, estimular y sorprender.
Es parte fundamental en el trabajo terapéutico manejar la novedad y promover la curiosidad como disparador de aprendizajes.
“Incentivar a alguien implica sorprender al cerebro o buscar nuevos caminos neuronales para reforzar el deseo por algo. Recordemos que el cerebro es un aparato que busca la comodidad a través del ahorro de tiempo y esfuerzo, y es justo lo que impide que logremos más de lo que otros logran. Los grandes objetivos requieren que el cerebro salga de su estado de comodidad, piense más, se esfuerce más, logre más”.
Ricardo Perret
Ahora, después de tanta teoría se preguntarán ¿Cómo motivar a mis pacientes en terapia? A continuación, describo 5 pasos que según la neuroeducación son importantes para lograr este objetivo:
1.- Cooperativismo. Fomentar que el niño sea parte activa del proceso, el terapeuta queda en segundo plano para organizar y asesorar al paciente.
2.- Versatilidad. La terapeuta debe estar en constante evolución. La planificación no está peleada con la versatilidad. La terapeuta sabe adaptarse a la necesidad del niño y sabe cambiar de metodología en función del proceso enseñanza-aprendizaje.
3.- Venta del producto. El terapeuta vende el conocimiento, un buen comerciante es capaz de llegar al corazón del consumidor, lo convence con argumentos sólidos y le hace creer que realmente necesita consumir ese producto.
4.- Creación de expectativas. Factor clave para motivar (cómo envolvemos el producto) Aumenta la curiosidad, interés y la atención. Pacientes motivados a la espera de algo sorprendente, diferente y especial. Las expectativas en un momento o en otro deben cumplirse.
5.- Refuerzo positivo incondicional. Debemos saber premiar, valorar y agradecer de forma explícita la interacción y la participación de nuestros pacientes igual a una inyección de moral, fomenta la autoestima y seguridad.
La motivación entonces no es solo responsabilidad del niño, es decir, podemos expresar “llego motivado y trabajo muy bien” o “llego desmotivado y no quiso trabajar”; sin embargo, el terapeuta es co-responsable de este proceso.
Fuentes consultadas
- https://www.euroresidentes.com/empresa/motivacion/motivacion-segun-bandura
- Ricardo Perret, El secreto de la motivación.
- Juan Carlos Fierro Montes, Curso el arte de enseñar con el cerebro.