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LA IMPORTANCIA DE LA AUTOESTIMA EN EL DESARROLLO DE MI HIJO
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Por: Lic. Mariana Soria Torres

Frecuentemente hemos escuchado la palabra autoestima, pero ¿qué entendemos por autoestima?

La autoestima es  “la función de evaluarse a uno mismo, que implica un juicio de valor y un sentimiento que le acompaña”, podría ser una especie de calificación que otorgamos a nuestras acciones, sentimientos, actitudes, capacidades, conocimientos, etc.

Es algo que no podemos escuchar, ver, oler, probar o tocar; pero ahí está, siempre presente en todas las acciones que realizamos y en todo momento va a influir de manera positiva o negativa las decisiones que tomamos, actitudes que tenemos, en fin todo lo que hacemos.

Un niño va creando el concepto que tiene:

  • de sí mismo, de si es aceptado o no
  • de si pudo superar los retos o los resolvieron por él
  • de si es amado o no, entre otros.

El primer contexto al que se enfrenta cualquier niño es la familia, ahí es donde se dan las bases para un sano desarrollo emocional; después sigue el contexto escolar donde el niño afronta retos académicos y sociales;  sin embargo dependerá mucho de las oportunidades que se le han brindado en casa la manera en que tomará los desafíos en cualquier otro contexto.

¿Por qué es tan importante la autoestima?

Durante el crecimiento el niño experimenta situaciones en las que a veces se siente bueno o malo (competente o incompetente), algunas de estas  experiencias generan  placer y otras ansiedad, y todas ellas contribuyen para mantener una autoestima positiva.

Una habilidad básica es “lograr sentirse valioso”, esto va a llevar al niño a poder reaccionar positivamente ante los errores, frustraciones y a la crítica de los demás.

Tomando en cuenta la frase “somos lo que pensamos”, un niño con una autoestima lastimada podría pensar continuamente que no puede llegar al éxito en las situaciones que se le presentan,  y por lo general, se enfrenta al fracaso porque él mismo se derrotó desde antes, haciendo un círculo vicioso, ya que piensa que no puede – fracasa o se rinde – y reitera que no pudo, confirmándole exactamente lo que él ya pensaba.

Una  autoestima negativa está acompañada de sentimientos de derrota, angustia, culpa, vergüenza, tristeza, inseguridad, etc.

Por el contrario, un niño que cree en  sí mismo, que piensa “si puedo hacerlo”, continuamente se va a enfrentar al éxito, y a pesar de que en ocasiones fracase, el pensamiento positivo que tiene de él mismo lo va a impulsar a intentar de nuevo hasta que logre su meta; esto fortalece aún más su autoestima, ya que de nuevo tocó el éxito.

Una autoestima positiva conlleva sentimientos de logro, superación, confianza, placer, felicidad, interés, seguridad, etc.

 

¿Qué puedo hacer para fortalecer la autoestima de mi hijo?

  1. Acéptalo tal cual es, tu hijo es único y maravilloso
  2. Dale amor, no solo con palabras, recuerda que la comunicación es 90% no verbal y 10% verbal, muchas veces las acciones dicen más que mil palabras, abraza a tu hijo, hazle caricias, bésalo, etc.
  3. Observa tu lenguaje corporal, ¿Qué es lo que le comunicas?
  4. Juega con él, la calidad es más importante que la cantidad. Valen más 30 minutos bien dados que toda la tarde  a medias.
  5. Platica con tu hijo, escucha lo que tiene que decir y tómalo en cuenta.  Establece contacto visual al establecer un diálogo con él.
  6. Valida sus sentimientos a pesar de que no estés de acuerdo con él.
  7. Evita la sobreprotección, esta únicamente crea dependencia del adulto, convenciendo al niño de que no es capaz de resolver los desafíos de la vida por el mismo.
  8. Preséntale retos adecuados para su edad, ni muy fáciles ni demasiado difíciles.
  9. Intenta no usar superlativos,  por  ejemplo: “eres un campeón” porque logró resolver la tarea solo; entonces cuando no lo logra ¿qué es?…
  10.  Puedes calificar sus acciones no a tu hijo. En lugar de decirle “eres un grosero” puedes decirle “lo que hiciste fue una grosería”.
  11.  Elogia sus acciones, “qué bonito pintaste, qué letra tan clara hiciste hoy, qué bien tendiste la cama, muy bien que guardaste tu ropa”.
  12.  Permítele resolver los problemas que se le presentan en la vida por el mismo, se su guía, pero no resuelvas por él o por ella.
  13. Invítalo a participar en actividades dentro de la casa, todos pueden tener  responsabilidades.
  14.  Elimina el  juzgarlo o ridiculizarlo, ni cuando estén solos ni en compañía de otros.
  15.  No le pegues, si tu le pegas entonces él también puede pegar o dejarse lastimar por otros, le enseñas que eso está permitido.
  16.  Procura no etiquetarlo, si tu le dices gordo, burro o feo el pensará que si lo es aunque no lo sea, “una mentira dicha mil veces se vuelve verdad”.
  17.  Se vale cometer errores, es una manera de aprender.
  18.  En lugar de corregirlo, cuestiónalo, invítalo a reflexionar sobre sus acciones, trabajos, etc.
  19.  De igual forma llévalo a reflexionar cuando logre vencer un reto, ¿Cómo le hiciste para comer tan limpio?, ¿Qué pasos seguiste para hacer un nuevo amigo?, ¿Qué hiciste distinto hoy que te salió muy limpia tu tarea?, etc., provocando el análisis sobre el proceso que siguió y dando herramientas para cuando se enfrente a retos similares.
  20.  Llévalo a actividades donde pueda participar con otros niños de su edad.
  21. Intenta tú ser una mamá o un papá positivo, enfrenta los retos pensando que si puedes, acéptate y quiérete, predica con el ejemplo

Si  fomentas que tu hijo tenga una autoestima positiva, formaras un ser humano seguro de sí mismo, capaz de aceptarse tal cual es, respetando también las ideas de los que lo rodean, será una persona que logre enfrentarse a los retos de la vida, será un niño feliz y después un adulto feliz.

Esta  autoestima  la obtenemos desde el momento en que estamos en el vientre materno y se va fortaleciendo con las experiencias que enfrentamos desde el nacimiento.